Los estudiantes adventistas están desarrollándose en un mundo que es cada vez más hostil a las creencias cristianas. Estos asisten a colegios y universidades públicas, y las ideologías filosóficas que subyacen en esas instituciones, si bien varían según la cultura social o económica dentro de un determinado país, son probablemente muy diferentes de las perspectivas tradicionales adventistas. Las experiencias religiosas de los estudiantes y los niveles de compromiso con una religión particular varían dependiendo, entre otras variables, cuán activamente involucrados eligen estar los padres durante los años formativos de sus hijos.1 Factores como estos tienen un impacto en la manera de actuar de los estudiantes, e influyen en sus valores individuales. Aún así, a pesar de la orientación cultural dentro de un país o lo que tuvo lugar en los hogares de los estudiantes, los educadores adventistas y profesionales de la educación tienen que preparar a estos para enfrentar un mundo secular cada vez más abiertamente hostil al cristianismo; y las instituciones educativas adventistas tienen que ocuparse de determinar cómo prepararlos para que enfrenten este mundo secular por su cuenta después de graduarse. Si no hacemos eso, ¿quién lo hará? Este artículo documenta en primer lugar las profundidades del problema e indica algunas especificaciones que los educadores adventistas deben tomar en cuanta al respecto.

Presión social contra las creencias tradicionales cristianas

Los cambios demográficos han producido modificaciones a las naciones tradicionalmente cristianas como los Estados Unidos. A medida que la población nacional se torna más diversa, específicamente en religión, la demanda de ofrecer espacios públicos no sectarios llegó al nivel de las cortes judiciales. Cláusulas constitucionales que garantizan la libertad religiosa y la libre expresión restringió prácticas tales como la oración o exposición pública de los diez mandamientos en edificios de gobierno, y apoyo la libertad religiosa por medio de la separación de la Iglesia y el Estado.2 Como lo explica DeJong, solía pasar que “la iglesia y la cultura parecían perseguir los mismos objetivos, sostener los mismos valores, y hasta, me atrevo a decir, servir al mismo Señor”.3 No obstante, hace la observación que, “en la segunda mitad del siglo XX, hemos visto un cambio distintivo en el ambiente estadounidense”, que muestra que se está apartando de los valores cristianos. Señala que ya no podemos contar con la sociedad para instar a nuestros niños a ir por el camino hacia el cristianismo.4 Este avance hacia el secularismo y el crecimiento de las religiones no cristianas no se limita a los Estados Unidos. Otras sociedades (por ej., países de Europa, Asia y África) han experimentado o están experimentando este cambio cultural, siendo acompañado por un incremento en la persecución religiosa.

En el pasado, si a alguien no le gustaba lo que se decía en un evento, se iba. Hoy día, hay grandes probabilidades de que alguien procure cancelarlo o interrumpirlo. Si una figura pública es escuchada cuando expresa una perspectiva que no está de acuerdo con las creencias de la compañía o la sociedad, puede ser despedida: “Se lo han dicho con claridad: Usted puede expresar sus opiniones, siempre que sean iguales a las nuestras”.5 En las naciones occidentales, parecen ser aceptables las perspectivas más liberales, pero no las más conservadoras. Si esto es libertad religiosa, parece ser libertad de la religión, no libertad de conciencia o libertad de practicar la propia religión abiertamente. Los niños estadounidenses están creciendo en un país “cristiano” donde es probable que estén en mayor peligro por creer en Dios que por dudar. ¿Fue accidental cuando los asesinos de Columbine preguntaron a sus víctimas si creían en Dios, y apretaron el gatillo al declarar que “sí”?6 ¿O los que asistían a un estudio bíblico en la iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel en Charleston (Carolina del Sur) fueron asesinados por un atacante que entró a la reunión afirmando que necesitaba que oraran por él?7

Hay datos más serios sobre la persecución religiosa en todo el país que nos llegan desde Voice of America, una agencia global de comunicación del gobierno, que informa que “desde mediados de la década del 2000, los tiroteos masivos en templos, sinagogas y mezquitas se han vuelto más frecuentes, y han sido cometidos por delincuentes con una historia de racismo, antisemitismo, anticristianismo e islamofobia, vinculados con grupos de supremacistas blancos y neonazis”.8 El informe continúa destacando que entre 1966 y 2000, el 1 por ciento de los tiroteos masivos estaba motivado por el odio religioso; de 2000-2014, el 9 por ciento; y de 2018-2020, el 17 por ciento. Esta nación, una vez cristiana, está dejando de serlo a pasos agigantados, además de ser distintivamente hostil a los cristianos, judíos, musulmanes y muchos otros grupos. Y esas cifras no comienzan siquiera a comparar los niveles de persecución religiosa a nivel global.9

No obstante, el ataque más insidioso contra las creencias y los valores cristianos puede provenir del ámbito académico, por mucho tiempo un bastión de perspectivas de tendencia de izquierda. Richard Rorty, puede que sea un extremista entre los propulsores de la izquierda, pero su punto de vista no es exclusivo. Aquí explica sus objetivos como profesor universitario:

“Los padres fundamentalistas de nuestros estudiantes fundamentalistas creen que todo el ‘establecimiento liberal estadounidense’ está dedicado a una conspiración. Los padres tienen algo de razón […] vamos a tratar de desacreditarlos ante los ojos de sus hijos, procurando despojarlos de la dignidad de su comunidad religiosa fundamentalista, tratando de hacer que sus perspectivas parezcan mediocres en lugar de dignas de discusión. No somos tan inclusivos como para tolerar la intolerancia de ellos”.10

Estas palabras no constituyen la discusión académica de un punto de vista. Son una declaración de guerra. Y el enfoque no es solo calculado y deliberado: es efectivo. Los resultados son devastadores: “En lo que respecta a reformular los valores, las universidades liberales saben precisamente lo que hacen. Y la realidad es que alrededor de cuatro de cada cinco estudiantes abandonan la fe cristiana entre los 20 y 29 años”.11

En cifras

Este panorama un tanto desalentador de este mundo cada vez más secular en el que están creciendo los jóvenes es solo parte de la situación. Analicemos ahora los datos. ¿Cómo han afectado esos cambios a los jóvenes? Esto es lo que sabemos:

83% Estudiantes estadounidenses que asisten a universidades seculares.12
71% Estudiantes que afirman ser cristianos.13
70% Cristianos profesos que salen de la Universidad con poca fe o sin fe.14
64-80% Jóvenes que crecieron en la iglesia y que dejarán la religión para los 29 años.15
69% Jóvenes adultos que no regresaron a la iglesia por dejar de asistir un año o más.16
60% Jóvenes adultos que fueron espiritualmente activos en la adolescencia pero ya no están activos.17
33% Jóvenes adultos (18-29) que asisten cada semana a la iglesia.18
31% Estudiantes universitarios que decían no tener afiliación religiosa en 2016.19
23% Nuevos cristianos que aceptaron a Cristo después de los 20 años.20
10% Estudiantes universitarios que decían no tener afiliación religiosa en 1986.21
<10% Adultos jóvenes que asisten a una reunión religiosa semanal aparte de la iglesia.22

Nota: Dado que estas estadísticas provienen de diversas fuentes y fueron recolectadas en momentos diferentes, no suman el 100 por ciento. Todos los estudios citados fueron llevados a cabo en los Estados Unidos.

Estas cifras muestran que el grupo “sin afiliación religiosa” se ha triplicado recientemente.23 Vemos, sin embargo, que una tercera parte de jóvenes adultos asiste cada semana a la iglesia, y un cuarto de ellos llegó a ser cristiano de adultos. Los hallazgos también muestran que el setenta por ciento de los estudiantes cristianos que asisten a una universidad secular decidirán, como dijo Rorty, dejar su fe. Sin embargo, es importante notar que muchos adultos jóvenes que dejan de asistir a la iglesia no lo hacen porque estén en desacuerdo con sus creencias.24 Solo el diez por ciento se vuelve ateo o ya no quiere llamarse cristiano. Algunos se sienten juzgados por otros miembros de iglesia, mientras que otros están en desacuerdo con ciertas creencias. Pero la mayoría no.25 Simplemente se van de a poco. Y aunque unos pocos de los que se van terminan regresando, desafortunadamente, la mayoría no regresa.

¿Qué hacer?

Entonces, ¿qué pueden hacer los docentes cristianos ante semejante éxodo? ¿Hay alguna buena noticia o algo positivo que destacar? Afortunadamente, sí la hay. A medida que el mundo se torna menos tolerante con los valores y conducta cristianos, muchos individuos y organizaciones han comenzado a estudiar qué cosas funcionan y hacer algo al respecto. Tres áreas han probado marcar una diferencia en las vidas de los jóvenes estudiantes cristianos. Los educadores adventistas ya son participantes de la primera de estas áreas, pero deberían considerar si pueden hacer más.

1. Promover la educación adventista

Una de las herramientas más efectivas para conservar la fe en el mundo actual es la participación en la educación adventista. Aunque muchos de estos estudios no son recientes y se necesita investigar aún más, esto es lo que sabemos:

Al preguntárseles, los estudiantes reportaron que “el factor más importante que […] los ayudó a desarrollar su fe religiosa” fue asistir a una escuela adventista.26 Es así de simple, pero hay más. Las estadísticas dicen lo mismo. “Hay una relación consecuente e importante entre la asistencia a una institución educativa adventista y la probabilidad de que un niño o joven se una a la Iglesia Adventista y entonces decida seguir siendo miembro de la iglesia”.27 En términos simples, inscriban personas en las escuelas adventistas a temprana edad y permanecerán en la iglesia al ser adultos. En un estudio donde se hizo un seguimiento de jóvenes adventistas mayores de diez años, los resultados fueron notables: “A los diez años, la probabilidad de dejar la Iglesia Adventista fue 3,9 veces mayor para los que habían asistido a escuelas seculares con respecto a los que habían asistido a escuelas adventistas”.28

Miremos ese fenómeno de otra manera: “Trece años después de la graduación, el 37 por ciento de los que se había graduado de las escuelas secundarias públicas permanecía en la iglesia, en comparación con el 77 por ciento de los que se había graduado de los colegios adventistas”.29 La cifra del 37 por ciento es similar a lo reportado por otras denominaciones cristianas. El 77 por ciento que decide quedarse es una cifra un poco mejor.

Por supuesto, no hay garantías. Las instituciones educativas adventistas no son perfectas, y no “hacen” que todos los estudiantes se vuelvan cristianos. Los educadores adventistas ya creen que nuestros niños se merecen la mejor oportunidad que podemos darles para que crezcan como adultos que posean una relación activa y significativa con Jesucristo. La Biblia nos recuerda que aun los seres humanos pecadores no les dan una piedra a sus hijos cuando estos les piden pan (Mateo 7:9-11). Estos datos y resultados deberían ser compartidos a menudo con los padres en las iglesias y hogares y, lo que es más importante, con todos los entes involucrados. Muchos que acaso no tienen hijos en edad escolar pueden ayudar a promover la educación adventista y apoyar, financieramente o de alguna otra manera a los que sí los tienen. Predique sobre ella desde el púlpito: sermones sobre educación, charlas, momentos de énfasis especial. Hable de ella durante las visitas a las familias. Comparta de manera activa y deliberada el conocimiento de que la educación adventista puede marcar una diferencia.

2. Prepare a los jóvenes para el mundo secular

Dejar a los estudiantes a la puerta de las instituciones es un buen primer paso, pero lo que sucede mientras están en el colegio es también muy importante. Pronto, enfrentarán una exposición a la sociedad secular, y necesitarán estar listos.

La mayoría de los estudiantes no planifica dejar su fe cuando se van de sus hogares, pero muchos terminan haciendo precisamente eso.30 Salir de sus casas suele ser suficiente para que tomen la decisión de abandonar la religión: asistir a una universidad pública añade más presión, dado que las creencias cristianas serán cuestionadas y atacadas, desde el primer día.31 Los estudiantes se harán amigos de muchos no cristianos y, antes de que lo sepan, pueden comenzar a cambiar. Una mujer que redescubrió su fe más tarde en la vida explicó lo que le sucedió en la universidad: “Originalmente, esperaba compartir mi fe con ellos, pero, por el contrario, me transmitieron su indiferencia espiritual. Tuvieron una sutil pero profunda influencia sobre mis prioridades”.32

Esta presión hacia la secularización no es nueva. Un escritor explica que, si bien los jóvenes “reciben algún tipo de instrucción religiosa en el hogar, con el tiempo se van de sus hogares, y se lanzan al mundo. Algunos van a trabajar; otros van a la universidad. Enfrentan tentaciones que no han enfrentado antes y sucumben a ellas. Sus vidas pueden salirse de control con el uso de alcohol, y pueden sucumbir a la gratificación sexual. Al menos, jamás leen la Biblia o procuran cultivar una vida espiritual. La mayoría ni siquiera procura usar el conocimiento que tienen a su disposición y formar sus propias creencias y convicciones. No aprenden a pensar”.33

Esta situación puede parecerse a lo que muchos jóvenes cristianos experimentan hoy. Pero la verdad es que, fue escrito en 1797. El problema no es nuevo, pero está empeorando. Tenemos que hallar una manera de dar las herramientas que nuestros estudiantes necesitan para apoyar, defender y cultivar su fe. Equipar a los estudiantes tiene que ser un objetivo primordial de la educación adventista, y no puede esperar hasta la escuela secundaria o más allá. Aun así, no es suficiente con equipar a los estudiantes. También tenemos que brindar oportunidades a los padres para que aprendan sobre los principios que orientan la educación adventista, por medio de seminarios, eventos extracurriculares después de clases, publicaciones y otras fuentes.

El mundo no es un lugar agradable para los jóvenes cristianos. Las estadísticas no son solo alarmantes: los burladores son igualmente descarados con sus críticas: “Si cuatro años de universidad pueden deshacer 18 años de educación familiar y afiliación religiosa, quizá el problema es la escasa influencia de la comunidad de fe, no el lugar particular fuera de la burbuja donde esa influencia se evapora”.34 Esta declaración pone los pelos de punta, pero también señala una verdad. Si no podemos preparar a los jóvenes para que sigan a Dios durante los primeros 18 años, quizá parte del problema somos nosotros. No hemos preparado a los jóvenes para que naden contra la corriente de la sociedad; para que respondan a preguntas difíciles; o para que florezcan espiritualmente en un mundo secular.

Parece que si bien la asistencia a las universidades seculares es parte del problema, no es la causa de que los jóvenes dejen la iglesia. Muchas personas que no van a la universidad también dejan la iglesia. En términos simples, el mundo actual no es un medio ambiente que aliente la fe en el cristianismo. Y esto significa que necesitamos preparar a nuestros jóvenes de manera diferente si queremos conservarlos.

A menudo tomamos decisiones por nuestros estudiantes y entonces nos preguntamos por qué no saben cómo elegir por sí mismos. Tenemos que ayudarlos a aprender a tomar buenas decisiones y permitirles que practiquen bajo supervisión. Tratamos de crearles un mundo sin oportunidades de pecar, para que no se tienten. Tal vez deberíamos enfocarnos más en ayudarlos a que aprendan cómo resistir la tentación. En ocasiones, estamos tan dedicados a enseñarles la verdad que no llegamos a responder a sus preguntas y preocupaciones.

¿Y si preparamos activamente a nuestros jóvenes para el mundo secular mientras estudian en las escuelas adventistas? ¿Y si hablamos con ellos antes de que se vayan o les ayudamos a comprender qué sucede allí probablemente, en términos de su espiritualidad, tentaciones, e individuos cerrados o activistas extremistas que seguramente encontrarán? ¿Qué si les damos ideas de nuestra propia vida, de cómo hacer para viajar con rumbo norte en un mundo que va para el sur?

3. Apoyemos a grupos cristianos en las instituciones educativas

El resultado natural de preparar jóvenes para el mundo secular es realizar un seguimiento con ellos cuando llegan allí. Este enfoque ha sido el énfasis de las instituciones educativas y docentes adventistas, dado que hemos entregado toda nuestra energía para tratar de mantener a los estudiantes en nuestras escuelas. No obstante, ¿qué sucede después de que se van, cuando se quedan sin su sistema de apoyo? ¿Hay algo que aún podamos hacer?

Dado que las universidades son lugares donde los cristianos jóvenes pueden verse apartados de su fe, necesitamos actuar para brindarles apoyo. “No hay tal cosa como un cristiano solitario”, sostiene Budziszewski. “Si vas solo al mundo, te tragarán”.35 Muchos grupos cristianos se han dado cuenta de este problema. Están comenzando a trabajar juntos para alcanzar de manera activa a los campus seculares, ofreciendo comunidades físicas y virtuales que hacen contacto aun antes de que los estudiantes que van a cursar estudios terciarios salgan de sus hogares.36

Las universidades públicas tienen una amplia variedad de clubes de intereses especiales, y hay grupos cristianos (por ej., Campus for Christ) que han operado durante años en los campus públicos, permitiendo que quienes lo desean puedan tener una influencia cristiana y un ambiente que desarrolle su fe. Algunos de esos grupos han sido cuestionados y aun expulsados del campus. Pero en general, los investigadores han concluido que Dios y la fe están más presentes en las escuelas secundarias públicas actuales que en el pasado.37 Y a nivel universitario, los grupos cristianos en los Estados Unidos están comenzando a insistir en sus derechos constitucionales a la libertad de asociación, libertad de expresión, y acceso igualitario a las instalaciones y recursos del campus. Lo cierto es que la idea de separación de Iglesia y Estado “requiere la neutralidad hacia la religión; no la hostilidad”.38

Los grupos cristianos universitarios constituyen un área en que los adventistas necesitan enfatizar más, especialmente porque el gran porcentaje de estudiantes adventistas estudian en universidades seculares. Una organización que trabaja para ello es el Ministerio Adventista por los Alumnos Terciarios y Universitarios (AMiCUS),39 que publica una revista (Diálogo universitario),40 dirigida a estos estudiantes. En algunas partes del mundo, hay un fuerte énfasis e impacto; en otras, este tipo de ministerio está alcanzando a tan solo un pequeño porcentaje de los estudiantes adventistas que van a universidades públicas.

No obstante, esto no es algo que necesita esperar hasta que los administradores de la iglesia lo implementen. ¿Hay una institución superior cerca de usted? ¿Qué puede hacer como educador adventista, o su iglesia local, para brindar un ambiente seguro y amistoso a los que necesitan apoyo religioso, sean adventistas o no? ¿Hay estudiantes adventistas que apreciarían que los pasen buscando para ir a la iglesia? ¿O una comida casera? ¿O un lugar para pasar las horas del sábado? ¿Un grupo de estudio bíblico con sede en el campus? ¿Hay graduados de su institución que pueda contactar y apoyar? Esta obra puede ser hecha en mayor o menor escala, pero hacer algo es mejor que no hacer nada.

Es importante prepararse para salir del hogar. Pero el apoyo es indispensable. ¿Qué pasaría si las escuelas adventistas mantuvieran la comunicación abierta con los jóvenes después de que se van de allí? Quizá podrían ayudarlos a encontrar una familia amiga en la nueva iglesia, enviar correos electrónicos para mantenerse conectados, o aun enviarles periódicamente un paquete con algunos presentes. La institución hasta podría ayudar a encontrar personas en la iglesia original que puedan ofrecerse a discutir preguntas complicadas que un estudiante seguramente encontrará en la universidad y a dialogar con una mente abierta. Las posibilidades son tan ilimitadas como las necesidades, pero comienzan con personas dispuestas a servir y preocuparse lo suficiente por los jóvenes al cultivar una relación con ellos. Si nos apartamos por completo de las vidas de los jóvenes cuando más necesitan orientación, no deberíamos sorprendernos si buscan ayuda en otra parte.41

Conclusión

Como educadores cristianos, nuestro objetivo es velar que los jóvenes adultos lleguen a estar bien afirmados en su fe y ser amplios “pensadores, no meros reflectores de los pensamientos de otros”.42 Para que no sean liberales o conservadores cerrados, sino cristianos abiertos que comprendan la perspectiva secular y no tengan miedo de ponerse de parte de la verdad según la presenta la Palabra de Dios. Que sean adultos con resiliencia espiritual que estén en el mundo, pero no hayan absorbido sus valores.

No es fácil para un joven desarrollarse como cristiano en el presente. Pero, en lugar de lamentarnos y llorar por el éxito del diablo con los jóvenes, ¿por qué no dar aviso al diablo de que cada uno de ellos es un hijo de Dios, y que no será enviado sin preparación, ni dejado sin guardia o protección? Necesitamos considerar qué cosas podemos hacer de manera deliberada para marcar una diferencia en la juventud cristiana que tenemos bajo nuestra esfera de influencia. Una comida casera. Un llamado o un mensaje. Una conversación y una oración en la acera. Una tarea que los lleve a pensar y a crecer espiritualmente. Necesitan saber que no están solos. Dios no está muerto, y la fe aún es relevante. ¿Y quién sabe? Una pequeña acción podría marcar una diferencia para la eternidad.


Este artículo ha sido sometido a la revisión de pares.

Shawna Vyhmeister

Shawna Vyhmeister, PhD, es profesora en educación. Es una educadora experimentada, con títulos en educación primaria, enseñanza del inglés como segundo idioma, y currículo y enseñanza. La doctora Vyhmeister ha enseñado en todos los niveles en diversos países: Ruanda, Argentina, Estados Unidos, Filipinas, Kenia y Líbano. Es autora o coautora de varios artículos y libros. Su proyecto más reciente esThe Handbook of Integration of Faith and Learning [Manual de integración de fe y enseñanza-aprendizaje] del cual es directora editorial.

Citación recomendada:

Shawna Vyhmeister, “Un llamado a cultivar una fe resiliente en la educación adventista”, Revista de educación adventista 84:4 (2022): _____.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Daniel A. Cox, “Generation Z and the Future of Faith in America”, American Survey Center (2022): https://www.americansurveycenter.org/research/generation-z-future-of faith/?gclid=EAIaIQobChMIpJnju6rI_QIV7DizAB0qdASKEAMYASAAEgIZWPD_BwE; https://www.deseret.com/faith/2022/3/21/22981634/the-state-of-faith-american-religion-research-marist-poll; https://www.deseret.com/2022/4/23/23013578/perspective-young-adults-are-losing-their-religion-are-their-parents-to-blame-gen-z-generation-x .
  2. Hana M. Ryman Y J. Mark Alcorn, “Establishment Clause (Separation of Church and State)”, First Amendment Encyclopedia (2009): https://mtsu.edu/first-amendment/article/885/establishment-clause-separation-of-church-and-state; https://www.mtsu.edu/first-amendment/article/1518/prayer-in-public-schools.
  3. Arthur DeJong, Reclaiming a Mission: New Direction for the Church-related College (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1990), 113, 114.
  4. Ibíd., 114.
  5. Clay Travis, “On Curt Schilling”, Outkick the Coverage (1 de mayo de 2016), Make No Mistake section, par. 9: https://www.outkick.com/on-curt-schilling-042116/.
  6. Roger Austin, I’d Like to Die, but I’ve Got Stuff to Do: Helpful Hints for Victorious Living (Pittsburgh, Penna.: Rose Dog Books, 2012), 39.
  7. Se determinó que este tiroteo masivo fue un crimen motivado por el odio, no solo porque se llevó a cabo en la iglesia sino también por la ideología racista confesada del responsable. Rebecca Hersher, “Jury Finds Dylan Roof Guilty in S. C. Church Shooting”, NPR (2016): https://www.npr.org/sections/thetwo-way/2016/12/15/505723552/jury-finds-dylann-roof-guilty-in-s-c-church-shooting; Debbie Elliott, “How a Shooting Changed Charleston’s Oldest Black Church,” NPR (2016): https://www.npr.org/sections/codeswitch/2016/06/08/481149042/how-a-shooting-changed-charlestons-oldest-black-church.
  8. Noticias de Voice of America, “VOA Special Report: House of Worship Shootings”, History of Mass Shootings (2021), https://projects.voanews.com/mass-shootings/english/locations/worship.html.
  9. Emily McFarlan Miller, “Christian Persecution Higher Than Ever as Open Doors’ World Watch List Marks 30 Years”, Religion News Service (2023): https://religionnews.com/2023/01/17/christian-persecution-higher-than-ever-as-open-doors-world-watch-list-marks-30-years/; Pew Research Center, “Harassment of Religious Groups Continues to Be Reported in More Than 90% of Countries” (2020): https://www.pewresearch.org/religion/2020/11/10/harassment-of-religious-groups-continues-to-be-reported-in-more-than-90-of-countries/.
  10. Richard Rorty, “Universality and Truth”. En Robert B. Brandom, ed., Rorty and His Critics (Oxford: Blackwell, 2000): 21, 22.
  11. Jeff Meyers, Newsletter, Passing the Baton 11:3 (9 de mayo de 2010, par. 8): http://archive.constantcontact.com/fs009/1101822648727/archive/1103163229902.html.
  12. Esto deja solo un 17 por ciento que asiste a universidades de base religiosa. Higher Education Research Institute, “The Spiritual Life of College Students”, n.d.: https://spirituality.ucla.edu/docs/reports/Spiritual_Life_College_Students_Full_Report.pdf.
  13. Pew Research Center, “Religious Landscape Study” Religion & Public Life (2015): https://www.pewforum.org/religious-landscape-study/.
  14. Michael Haverluck, “Ministries Tackle 70% Rate of College Students Leaving Faith,” NE News Now (13 de Agosto de 2017): https://onenewsnow.com/church/2017/08/13/ministries-tackle-70-rate-of-college-students-leaving-faith.
  15. Esta cifra varía según diferentes fuentes. Barna, “Church Dropouts Have Risen to 64 percent—But What About Those Who Stay?” Research Releases in Faith & Christianity (4 de septiembre de 2019): https://www.barna.com/research/resilient-disciples/; Vaneetha Rendall Risner, “Will You Lose Your Faith in College?” Desiring God (23 de agosto de 2018): https://www.desiringgod.org/articles/will-you-lose-your-faith-in-college. Este recurso hace referencia a otras investigaciones de Barna que colocan el número de graduados de nivel terciario que no participan de la religión en un setenta por ciento, y los adultos jóvenes que para los 29 años han dejado de participar en un ochenta por ciento.
  16. Aaron Earls, “Most Teenagers Drop Out of Church as Young Adults”, Lifeway (15 de enero de 2019): https://lifewayresearch.com/2019/01/15/most-teenagers-drop-out-of-church-as-young-adults/.
  17. Barna, “Most Twentysomethings Put Christianity on the Shelf Following Spiritually Active Teen Years”, Research Releases in Millennials & Generations (11 de septiembre de 2006): https://www.barna.com/research/most-twentysomethings-put-christianity-on-the-shelf-following-spiritually-active-teen-years/.
  18. Pew Research Center, “Religion Among the Millennials: A Portrait of Generation Next”, Lifelong Faith 4.2 (Verano 2010): 9-11: https://www.lifelongfaith.com/uploads/5/1/6/4/5164069/lifelong_faith_journal_4.2.pdf.
  19. Allen Downey, “College Freshmen Are Less Religious Than Ever”, Scientific American (May 25, 2017): https://blogs.scientificamerican.com/observations/college-freshmen-are-less-religious-than-ever/.
  20. Barna, “Evangelism Is Most Effective Among Kids”, Research Releases in Family & Kids (October 11, 2004): https://www.barna.com/research/evangelism-is-most-effective-among-kids/.
  21. Downey, “College Freshmen Are Less Religious Than Ever”.
  22. Christian Smith and Patricia Snell, Souls in Transition: The Religious and Spiritual Lives of Emerging Adults (New York: Oxford University Press, 2009).
  23. Pew Research Center, “‘Nones’ on the Rise” (2012): https://www.pewresearch.org/religion/2012/10/09/nones-on-the-rise/; Daniel A. Cox, “Generation Z and the Future of Faith in America,” American Survey Center.
  24. Pew Research Center, “Young Adults Around the World Are Less Religious by Several Measures” (2018): https://www.pewresearch.org/religion/2018/06/13/young-adults-around-the-world-are-less-religious-by-several-measures/.
  25. Earls, “Most Teenagers Drop Out of Church as Young Adults”.
  26. John Wesley Taylor V, “Joining and Remaining: A Look at the Data on the Role of Adventist Education”, The Journal of Adventist Education 79:3 (Abril-Junio 2017): 41: https://circle.adventistlearningcommunity.com/files/jae/en/jae201779033910.pdf. Nota: los estudios citados aquí se llevaron a cabo antes de la pandemia global, el impacto de la cual aún está siendo analizado.
  27. Ibíd., 39.
  28. Ibíd., 42.
  29. Ibíd., 42.
  30. Hay estudios que muestran que, para muchos estudiantes, la ruptura con la religión se produce mucho antes de salir de su hogar. Véase J. Budziszewski, How to Stay Christian in College (Colorado Springs, Colo.: NavPress, 2014), 15; Daniel A. Cox, “Generation Z and the Future of Faith in America”, American Survey Center.
  31. Jennifer Graham, “Young Adults Are Losing Their Religion. Are Their Parents to Blame?” (2022): https://www.deseret.com/2022/4/23/23013578/perspective-young-adults-are-losing-their-religion-are-their-parents-to-blame-gen-z-generation-x.
  32. Risner, “Will You Lose Your Faith in College?” For Freshman and Seniors, par. 2: https://www.desiringgod.org/articles/will-you-lose-your-faith-in-college.
  33. William Wilberforce (Revisado y actualizado por Bob Beltz), Real Christianity (Ventura, Calif.: Regal, 1797/2006), 188.
  34. Downey, “College Freshmen Are Less Religious Than Ever”.
  35. Budziszewski, How to Stay Christian in College, 24.
  36. Haverluck, “Ministries Tackle 70% Rate of College Students Leaving Faith”.
  37. Lee Lawrence, “School Prayer: 50 Years After the Ban, God and Faith More Present Than Ever”, The Christian Science Monitor (16 de junio de 2013). Consultado de https://www.csmonitor.com/The-Culture/Family/2013/0616/School-prayer-50-years-after-the-ban-God-and-faith-more-present-than-ever.
  38. Joe Carter, “Know Your Rights as a Christian in a Public College”, The Gospel Coalition (1 de octubre de 2015), “Equal Access”, par. 2. https://www.thegospelcoalition.org/article/know-your-rights-as-a-christian-in-a-public-college/.
  39. AMiCUS (Adventist Ministry to College and University Students): https://www.adventist.education/amicus/.
  40. College and University Dialogue: https://dialogue.adventist.org/home.
  41. En 2006, la Universidad de Walla Walla (antes conocida como el Instituto Superior de Walla Walla) lanzó “WWC Beyond”, una iniciativa para ayudar a los graduados a formar relaciones en las comunidades de sus iglesias locales. Esta red incluyó a exalumnos de la institución que estaban dispuestos a ayudar a jóvenes graduados a trasladarse a sus comunidades. Véase, https://nwadventists.com/news/2006/08/moving-beyond-wwc-new-program-connects-graduates-church. Las asociaciones e iglesias locales adventistas trabajaron también juntas para crear maneras de fortalecer los vínculos con los graduados de las escuelas secundarias adventistas que asisten a universidades públicas.
  42. Elena G. White, True Education (Nampa, Idaho: Pacific Press, 2000), 12.