Editorial | Anneris Coria-Navia • Maria Bastien Valenca

Las escuelas pequeñas: Una ventaja para la educación adventista

En toda la División Norteamericana (DNA), más del 60% de las escuelas de preescolar al 10º grado se clasifican como “escuelas pequeñas”.1 En la educación adventista, una escuela pequeña se conceptualiza vagamente como aquella que tiene tres o menos maestros y alberga aulas multigrado con tres o más grados en cada una. En el panorama educativo actual, las escuelas de un solo grado, y tal vez de grados divididos, parecen ser la norma, y las escuelas pequeñas recuerdan más a las escuelas de una sola aula de antaño. Sin embargo, las aulas multigrado en las escuelas pequeñas siguen floreciendo. Las oportunidades únicas de enseñanza y aprendizaje que ofrece este entorno han llamado la atención de escuelas más grandes, incluso escuelas seculares, hasta el punto de que ofrecen intencionadamente experiencias multigrado y multiedad.

Como coordinadoras de este número especial sobre escuelas pequeñas y multigrado, abordamos este tema desde diferentes puntos de vista, pero con el mismo objetivo final: proporcionar una exploración de la teoría y la práctica para apoyar a maestros en formación y ya en servicio, que trabajan en entornos de escuelas pequeñas. Maria Bastien Valenca pasó la mayor parte de su educación (desde preescolar hasta 8º grado) en escuelas pequeñas, con sus padres como maestros. Algunos de sus mejores recuerdos escolares tienen que ver con la libertad y la flexibilidad que ofrece una escuela pequeña a los maestros: la exploración de la ciencia y el arte en laboratorios de fotografía en blanco y negro, las matemáticas y la economía doméstica en la cocina, y la oportunidad de asumir responsabilidades en el aula, como dirigir la recaudación de fondos y trabajar en un pequeño periódico escolar. Anneris Coria-Navia se sintió inspirada de  realizar este número de la Revista al buscar diferentes maneras de difundir un proyecto de investigación realizado con Jerome Thayer, Elissa Kido y Aimee Leukert sobre la excelencia en las escuelas pequeñas, cuyos resultados también se encuentran en este número. Esta investigación surgió de la necesidad de celebrar el excelente trabajo que estaban realizando las escuelas pequeñas.

A medida que nuestros dos equipos investigan sobre las escuelas pequeñas, fuimos conectando con los maestros y directores de educación de las asociaciones con las que trabajábamos, que deseaban y apoyaban la necesidad de otro número dedicado a este tema. Además de nuestra pasión por las escuelas pequeñas, compartimos un fuerte deseo de apoyar a los futuros educadores a nuestro cargo, así como de proporcionar recursos y apoyo continuo a los maestros activos. Como profesores de educación, nos enfrentamos regularmente al reto de que no existe un libro de texto sobre escuelas pequeñas, especialmente uno que honre nuestra distintiva cosmovisión adventista, donde el mundo de la educación y la redención son uno solo. Anneris Coria-Navia quería honrar las contribuciones que sus alumnos habían hecho a lo largo del tiempo, al compartir algunas de las formas específicas en que lo que podría considerarse una práctica educativa “habitual” no funcionaría en una escuela pequeña. Maria Bastien Valenca quería asegurarse de que los candidatos a profesores se sintieran preparados y, tal vez, entusiasmados con las posibilidades que ofrece un entorno de este tipo.

Martha Havens, en un número especial anterior de la versión en inglés de la Revista, analizó la importancia que tiene que el director docente dé prioridad a la enseñanza y la instrucción. Havens señaló que, en el momento de su publicación, “el Manual para Directores de la División Norteamericana, enumeraba 78 actividades como ‘Áreas de responsabilidad significativas’ para un administrador escolar”, que, como señaló Havens, ni siquiera incluían “la responsabilidad de las finanzas, el personal y el plan de estudios y la instrucción”.2 La enseñanza en una escuela pequeña, ya sea de uno, dos o tres maestros, incluye llevar múltiples sombreros (asumir una variedad de responsabilidades) que uno podría no tener cuando enseña en un aula de un solo grado.

Los temas presentados en este número exploran aspectos de estas muchas funciones y responsabilidades e ilustran áreas de interés que han surgido a través de conversaciones con estudiantes, maestros, directores de educación y otras partes interesadas relacionadas con la educación adventista. Para equilibrar la importancia de la investigación, la teoría y la práctica concreta en el aula, los artículos de este número proceden de una amplia variedad de educadores en este campo, desde investigadores universitarios a voluntarios locales; cada uno aportando su experiencia en apoyo de la búsqueda de la excelencia en las escuelas pequeñas.

  • Coria-Nava et al. destacan la excelencia en la educación adventista documentada a través de observaciones y entrevistas con educadores y administradores educativos de toda la División Norteamericana. Los autores destacan el importante papel que desempeñan las escuelas pequeñas dentro de la ecología de las instituciones educativas adventistas.
  • Garcia, Slikkers y Bailey discuten lo que significa ser educadores preparados en la prevalencia de traumas. También consideran cómo las escuelas pequeñas pueden crear intencionadamente entornos de aprendizaje que ayuden a los estudiantes a sentirse seguros y apoyados, emocional, social y académicamente. Su trabajo proporciona estrategias para la caja de herramientas del profesor multigrado en el apoyo de aprendizaje del estudiante frente a los desafíos que los alumnos enfrentan hoy en día.
  • Imasiku, Gayle, Bacchiocchi y Kartik exploran una característica con la que, en los últimos años, la mayoría de los maestros han tenido que lidiar: la educación en línea. Su estudio explora enfoques pragmáticos específicos para las circunstancias únicas de escuelas pequeñas y maestros, al considerar cómo satisfacer las necesidades de aprendizaje de los alumnos utilizando recursos en línea, discutir la colaboración, la inteligencia artificial, los recursos educativos abiertos y el aprendizaje asincrónico que aborda las circunstancias únicas de las escuelas pequeñas.
  • Gracias a su experiencia en educación primaria, Scott ofrece recomendaciones a los maestros de escuelas pequeñas para que se planteen la mejor manera de gestionar su programa de bibliotecas, destacando el impacto de una biblioteca bien surtida en el rendimiento de los alumnos.
  • Berry escribe desde la perspectiva de uno de los miembros esenciales del equipo de apoyo de las escuelas pequeñas: el voluntario. Comparte sugerencias prácticas para ayudar en el entorno de la biblioteca.
  • Wallace, Bowlby y Clements exploran el aprendizaje basado en problemas (ABP), el espíritu empresarial y la innovación, como herramientas para que los maestros de escuelas pequeñas involucren a los alumnos de varios grados, ayudándolos al mismo tiempo a apropiarse de sus experiencias de aprendizaje y preparándose para las oportunidades de la vida real.
  • Ramoutar estudia cómo podría ser una enseñanza especialmente diseñada para alumnos con necesidades especiales en el entorno de una escuela pequeña. Presenta un marco que recoge pruebas de la educación especial en acción y explora cómo los maestros de grupo que trabajan en escuelas pequeñas privadas pueden poner en marcha prácticas pedagógicas de educación especial.
  • Este número también incluye la perspectiva de Scott sobre un enfoque de tres historias para enseñar la escritura y atraer a jóvenes y adultos, y la reseña de Lambert del libro de Tervor Lloyd Listening in the Morning: Devotional Readings for Teachers [Escuchando por la mañana: Lecturas devocionales para maestros].

Como demuestran los artículos de este número, el entorno de escuelas pequeñas es único. Si bien presenta desafíos, también brinda oportunidades que lo convierten en una ventaja para la educación adventista en todo el mundo. Esperamos que los lectores extraigan de este número, principio y buenas prácticas que mejoren la enseñanza y el aprendizaje, hagan crecer la fe y promuevan la excelencia en todas las escuelas.

Anneris Coria-Navia

Anneris Coria-Navia, EdD, es vicerrectora asociada y directoras del Centro de enseñanza y aprendizaje de la Universidad de Andrews, en Berrien Springs, Michigan, EE. UU. Estudia las escuelas Adventistas del Séptimo Día de niveles preescolar, primaria y secundaria, el desarrollo profesional en instituciones de educación superior de humanidades y la enseñanza eficaz en el aula de educación superior. La Dra. Coria-Navia tiene experiencia docente en entornos de educación primaria, secundaria y educación superior y actualmente codirige la Sociedad Adventista de Educación Superior, una plataforma auspiciada por la Comunidad Adventista de Aprendizaje que fomenta la conexión y colaboración interinstitucional entre los maestros de la División Norteamericana.

Maria Bastien Valenca

Maria Bastien Valenca, PhD, es decana y docente asociada en la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Walla Walla (WWU, por sus siglas en inglés) en College Place, Washington EE. UU., así como codirectora del Centro para la igualdad y la diversidad educativa. Como actual presidenta del comité de desarrollo docente en WWU, también trabaja para apoyar a los docentes a través de oportunidades de desarrollo profesional continuo. Las actuales áreas de investigación y estudio de la Dra. Bastien Valencia incluyen las mejores prácticas para escuelas pequeñas y aulas multigrado.

Citación recomendada:

Anneris Coria-Navia y Maria Bastien Valenca, “Las escuelas pequeñas: Una ventaja para la educación adventista”, Revista de Educación Adventista, 84:3 (2022).

El personal de la Revista expresa su más sincero agradecimiento a las Dras. Coria-Navia y Bastien Valenca por las muchas horas dedicadas a la selección de temas y autores, por sus aportaciones sobre el contenido de los artículos y por su pronta respuesta a las preguntas del editor durante la planificación y producción de este número.

Referencias

  1. Oficina de Educación de la División Norteamericana, 2022-2023 Estadísticas de la Educación Adventista: https://v1.adventisteducation.org/phone/stat-copy-2.html.
  2. Martha L. D. Havens, “An 18-Hour Day - Which Hat Do I Wear? Teacher or Principal?” The Journal of Adventist Education 61:3 (1999): 26. https://circle.adventistlearningcommunity.com/files/jae/en/jae199961032405.pdf.