Ivan Riapolov

La Educación Adventista:

Una experiencia que transforma la vida de estudiantes, padres, educadores y miembros en la iglesia en la División Euroasiática

El territorio de la División Euroasiática (DES) está compuesto por lo que muchos perciben como países postsoviéticos. Estos países abarcan muchas culturas con pasados complicados. El territorio es realmente inmenso y abarca 13 países: Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, la Federación de Rusia, Georgia, Kazajistán, Kirguistán, la República de Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania y Uzbekistán. Para comprender el tamaño del territorio de la DES, imagínese tomar un vuelo de 10 horas sin escalas; esto es lo que sería necesario para cubrir la División desde su punto más occidental hasta su punto más oriental. También es muy probable que se necesite el mismo tiempo para viajar del norte al sur.

Esta región del mundo tiene miles de ciudades y pueblos en los que residen más de 300 millones de personas, quienes son miembros de varios grupos étnicos y de varias religiones del mundo. Durante décadas, se le enseñó a la gente a ser atea, luego hubo una profunda hambre de Dios seguida de una ola de escepticismo. La gente trataba de llenar el vacío en sus corazones con muchas cosas. Esta es nuestra herencia actual. En lo profundo de sus corazones, muchas personas en el territorio de la DES sienten que les falta algo auténtico. Entienden que sus dioses modernos son superficiales, pero les resulta difícil dar este primer paso hacia el Creador, ya sea porque no lo conocen o por falta de confianza.

¿Dónde están aquí las iniciativas de la iglesia?

La apertura y apoyo a las escuelas en la DES es la mejor oportunidad de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para hablarle a la gente del amor de Dios. Elena G. White ofreció este desafío: “Dios espera más de las escuelas de lo que ya se ha producido”.1 Por lo tanto, las escuelas adventistas no solo satisfacen las necesidades temporales de los estudiantes, preparándolos para la vida en esta tierra, sino que también, en asociación con el Espíritu de Dios, preparan a los estudiantes para una vida más abundante que no terminará aquí sino que durará hasta la eternidad. Este es un trabajo sagrado.

En la DES, la iglesia y escuela trabajan mano a mano, pero más aún, la iglesia es la escuela, y la educación en la DES está orientada a llevar a los estudiantes al Redentor. Los miembros de la iglesia siempre mantienen este objetivo en mente preguntándose: “¿Qué más podemos hacer para cumplir con la responsabilidad de proveer educación adventista para nuestros niños y jóvenes?”

La educación adventista es una experiencia que transforma vidas

La estrategia de crecimiento de la División Euroasiática está orientada, en primer lugar, a hacer que la educación adventista esté al alcance del mayor número posible de jóvenes y niños. Todos los niños deben tener la oportunidad de recibir una educación cristiana y aceptar a Jesucristo como su Salvador personal, lo que a su vez los llevará a ayudar a otros a experimentar esta vida abundante en Cristo. “Nuestras escuelas de iglesia han sido instituidas por Dios para preparar a los niños para esta gran obra”.2

La DES actualmente tiene 72 escuelas (43 instituciones de enseñanza primaria, 27 de enseñanza secundaria y dos de educación superior). Las nueve uniones también operan más de 70 centros educativos donde se enseña a niños y adultos idiomas extranjeros, música, deportes, etcétera. Las clases de preescolar y jardín de infantes que se ofrecen en algunos de estos centros también son medios eficaces para satisfacer las necesidades de los estudiantes, los padres y la comunidad circundante, llegando así a sus corazones.

En el último quinquenio, uno de los objetivos de la División Euroasiática y sus uniones fue abrir 50 nuevas escuelas primarias y secundarias. Hasta ahora se han abierto 45 (de 2015 a 2019). Nuestra matrícula actual es de 3,826 estudiantes en los niveles de educación elemental hasta el superior, además de los 2,000 estudiantes en varios centros de educación que también incluyen clases de preescolar. Las cifras no son grandes, pero para una división joven con una herencia comunista y atea, la dinámica del crecimiento de las escuelas adventistas está animando a los miembros de la iglesia a hacer aún más por esta noble y sagrada causa de revelar el carácter de Dios a la gente a través de la educación. La Biblia nos amonesta: “Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar” (2 Timoteo 4:2, NVI).3

Nuestro objetivo principal en la DES es llevar a la gente a los pies de Jesús, y nos animamos en este trabajo al ver al Espíritu Santo en acción. No sólo tenemos bautismos de estudiantes de secundaria y universidad, sino que también tenemos maestros que adoptan los mensajes de los tres ángeles y son bautizados en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Tenemos padres tan profundamente influenciados por las vidas transformadas de sus hijos, que ellos también empiezan a asistir a la iglesia y a prepararse para la decisión más importante de su vida: ¡permitir que Jesús sea el Rey de su vida! La iglesia revive cuando la obra de Dios es el foco de la educación, y vemos y experimentamos múltiples bendiciones.

La educación adventista produce cambios radicales en las vidas de un estudiante de primaria y su madre

Esta historia es típica entre muchas de las que ocurren en las escuelas adventistas cada año en toda la División. ¡Tales historias nos inspiran a mantener el gran ministerio de educación comisionado a nosotros por el mismo Señor!

Un día de agosto, la madre de Natasha4 llamó a la directora de una escuela primaria adventista y le dijo: “No entiendo nada de religión ni sé nada de varias denominaciones. Acabo de ver su cartel [Escuela Cristiana],5 y ahora estoy absolutamente segura de que esto es lo que he estado buscando”. La directora de la escuela, Tatiana, entabló una conversación con la madre de Natasha, durante la cual le hizo algunas preguntas. Esta es la historia que ella contó.

Durante su embarazo, la madre de Natasha pensaba que su hija, que aún no había nacido, debía asistir a una escuela de la iglesia. Ella no sabía la razón por la que tenía este pensamiento inquietante porque ni ella ni su familia tenían ningún vínculo con la religión en absoluto. Cuando Natasha tuvo la edad suficiente para asistir a la escuela, su madre eligió una escuela privada que era famosa por su enfoque creativo en la educación, que tuvo lugar en la atmósfera de completa libertad: a los niños se les permitía casi todo y se les animaba a desarrollarse de la manera que ellos preferían, de forma creativa y sin ninguna corrección. Cuando, en el 2º grado, Natasha exigió que le tiñeran el pelo de rosa, su madre se alarmó mucho. Se dio cuenta de que este límite difuso en la disciplina tendría un efecto impredecible y posiblemente perjudicial para su hija. Así que, cuando vio el cartel de la escuela cristiana, que más tarde se enteró de que era una escuela adventista, recordó el anhelo que había sentido cuando estaba embarazada y se dio cuenta de que el sueño que tenía para su hija se había cumplido. 

El 1 de septiembre es el comienzo del año escolar para la mayoría de los países de la región y Natasha se matriculó en tercer grado con otros cinco niños, todos ellos de familias adventistas. La amable, dedicada y altamente calificada maestra hizo que los niños se involucraran en la lectura de la Biblia y en su estudio. Aunque al principio Natasha no era buena en ninguna clase, los excelentes maestros de la escuela la ayudaron a ponerse rápidamente al día con sus compañeros, que también se convirtieron en sus amigos. Encontró en la escuela una atmósfera de amor, aceptación y respeto. En los devocionales matutinos donde los estudiantes de primaria estudiaban de una Biblia para niños, Natasha trataba de absorber todo lo que escuchaba. Después de unos dos meses, su madre llamó a la directora de la escuela y le dijo: “Tatiana, a mi hija le encantan sus clases de Biblia; ¡está muy inspirada! Se ha hecho amiga de sus compañeros y se ha enamorado de la escuela. Nos cuenta todo lo que pasa allí y nos hace orar antes de las comidas. ¡Estoy tan feliz de haberla traído a su escuela! ¡Esto es exactamente lo que estaba buscando!”

No hace mucho, la madre de Natasha le envió un mensaje a la maestra para que le explicara en detalle las creencias de los Adventistas del Séptimo Día. En su mensaje dijo que Natasha quería adoptar la fe adventista y que “cambiará todo en su vida”. Esta madre quería saber más sobre lo que necesitaban cambiar en sus vidas.

Este no es el final de la historia de esta familia. ¡El camino de su vida con Dios acaba de comenzar!

¿Puede Dios cambiar la vida de las personas a través de nuestro ministerio?

Durante más de 100 años, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha apoyado la educación que se ofrece a nuestros niños y jóvenes, e innumerables vidas se han transformado. ¿Pueden los jóvenes del mundo moderno experimentar la misma transformación? ¿Puede Dios todavía cambiar vidas? ¿Puede facultar a las personas para que permanezcan fieles a su palabra a pesar de lo que suceda y cumplir con su voluntad? ¿Puede mostrar su hermoso plan de vida a las personas que los rodean? Nuestra respuesta es un sí definitivo. Esta es la esencia y el objetivo de la verdadera educación, una educación construida sobre los principios de la Palabra de Dios, con el objetivo de restaurar la imagen de Dios en cada ser humano.

Recuerde, en algún lugar cerca de usted vive una familia que busca desesperadamente el cartel “Escuela Adventista”. ¡El Señor es capaz de responder a las aspiraciones de estas personas por medio de nuestro ministerio! Nuestro gran Señor abre oportunidades a través de la atmósfera de amor y aceptación que reina en nuestras escuelas, universidades y centros educativos. Mediante la cosmovisión bíblica que se enseña a los niños cuando aún son jóvenes, nuestras escuelas pueden ayudar a los alumnos y a sus padres a tomar la decisión más importante de sus vidas: ¡aceptar a Jesucristo como su Salvador personal y vivir una vida más plena! Queremos utilizar estas oportunidades al máximo.

Una expresión de agradecimiento

Estamos agradecidos al Señor por el apoyo que hemos recibido de los líderes de la Asociación General. ¡Esto es lo que realmente eleva el espíritu de muchos miembros laicos en nuestro territorio y realmente impulsa la obra de educación de Dios! También estamos agradecidos a cada patrocinador que ha proporcionado recursos, aportaciones y experiencia para construir, comprar y reconstruir edificios para las escuelas. Apreciamos las oraciones de todos en nuestro favor y estamos agradecidos al Señor por la sabiduría, la visión y los corazones generosos que ha dado a nuestros patrocinadores. Oramos por ustedes, y queremos que los sepan. A los fieles ministros, directores de educación de las nueve uniones, líderes de asociaciones y misiones, miembros laicos y, por supuesto, al equipo mundial de educadores con los que hemos estado trabajando: ¡gracias por el tremendo apoyo en el desarrollo de la educación en todo el vasto territorio de la División Euroasiática!

Nuestra visión para el siguiente quinquenio

Durante el próximo quinquenio (2020-2025), continuaremos abriendo nuevas escuelas y apoyando las ya existentes. A lo largo de la DES, queremos aplicar este consejo de Elena G. White: “Hay una necesidad urgente de escuelas en las que los jóvenes sean capacitados en hábitos de autocontrol, aplicación y autosuficiencia, de respeto a los superiores y de reverencia a Dios. Con tal capacitación, podríamos esperar ver a los jóvenes preparados para honrar a su Creador y bendecir a sus semejantes”.6

Apoyaremos a nuestras instituciones de educación superior en su deseo de abrir nuevos programas académicos para atraer más estudiantes. Una de nuestras mayores prioridades es asegurarnos de que la atmósfera en todas nuestras escuelas, desde las primarias hasta las de educación superior, sea verdaderamente adventista: que sea distinta y observable en el funcionamiento diario, fortalecida por las creencias y la visión del mundo que tienen los educadores adventistas comprometidos. Esta es la razón por la que se está implementando la acreditación denominacional en las escuelas primarias y secundarias. Esta es también la razón por la que estamos preparando a los nuevos profesores a través de un programa de Licenciatura en Educación Primaria recientemente lanzado, y la capacitación de aquellos profesores que han enseñado sobre la filosofía de educación adventista durante muchos años en nuestras escuelas. Nuestra firme creencia es que todo maestro necesita tener este sentido de identidad adventista para abrazar y compartir las actitudes cristianas de amor, tolerancia y aceptación. Seguiremos emitiendo una copia en formato electrónico de LA REVISTA DE EDUCACION ADVENTISTA en ruso con el mismo propósito: ayudar a los educadores, estudiantes, padres y miembros laicos a transformarse en la imagen del Maestro. “Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18; RVR1995).7 Este es el objetivo final de la educación en la División Euroasiática.

Ivan Riapolov

Ivan Riapolov, MSA, es director de educación en la División Euroasiática de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con oficinas centrales en Moscú, Federación de Rusia.

Citación recomendada:

Ivan Riapolov, “La Educación Adventista: Una experiencia que transforma la vida de estudiantes, padres, educadores y miembros de la iglesia en la División Euroasiática,” Revista de Educación Adventista 82:2 (2020).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Elena G. de White, Christian Education (Battle Creek, Mich.: International Tract Society, 1894), 82.
  2. __________, El Hogar Cristiano (Buenos Aires, Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2007), 445.
  3. Nueva Versión Internacional (NVI). Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
  4. Nombres usados con permiso.
  5. El cartel de esta escuela adventista dice, “Escuela cristiana” aunque está operada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Este mensaje es más significativo para las personas de la comunidad ya que están más familiarizados con la palabra cristiano que con la palabra adventista.
  6. Elena G. White, Fundamentals of Christian Education (Nashville, Tenn.: Southern Publ. Assn., 1923), 64.
  7. Reina-Valera 1995 (RVR1995). Copyright © 1995 by United Bible Societies.