Mejores Prácticas en el Trabajo | Manuel Moral • Octavio Ramirez • Malcolm Cort • George Ashley

La educación democrática:

Práctica recomendada para los educadores

Como educadores Adventistas del Séptimo Día, nosotros (los autores) creemos que la verdadera educación es “el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Ella prepara al estudiante para el gozo de servir en este mundo y para un gozo superior proporcionado por un servicio más amplio en el mundo venidero”.1 Esto es algo más que una aspiración. Para que ocurra, los educadores deben ser intencionales en la toma de decisiones que permita cultivar un ambiente donde el crecimiento tenga lugar. El objetivo de este artículo es inspirar a los profesores y administradores cristianos para ver el estilo democrático como la práctica recomendada en el complejo proceso de educar y aconsejar a los estudiantes para alcanzar los objetivos de la verdadera educación.

La persona más conocida por haber introducido el concepto de estilo democrático es Diana Baumrind.2 Psicóloga clínica y del desarrollo, quien propuso que la crianza de los hijos se estructura en torno a un estilo o a una combinación de estilos parentales autoritarios, permisivos o democráticos.3 Según Baumrind, los padres autoritarios son muy directivos y exigentes, también proporcionan un apoyo o una capacidad de respuesta limitada a las necesidades de sus hijos. Estos padres exigen una obediencia absoluta e infligen duros castigos. Por el contrario, los padres permisivos ofrecen calidez y aceptación, a la vez que proporcionan niveles limitados de estructura. Estos padres no procuran ni límites firmes ni controles de comportamiento definitivos.4

Baumrind describió una tercera categoría: los padres democráticos, aquellos que aman y respetan a sus hijos al identificar los límites, mantienen las exigencias y buscan la obediencia.5 Un gran número de investigaciones revela que los niños criados por padres democráticos se vuelven independientes y autosuficientes, desarrollan buenas habilidades sociales, muestran regulación emocional y autocontrol, y exploran nuevos entornos sin temor. Basándose en décadas de investigación, los expertos en desarrollo infantil han llegado a la conclusión de que la crianza democrática produce los mejores resultados en los niños.6

Hay argumentos muy fuertes para aplicar los principios del estilo de crianza democrático a la relación profesor-alumno en el aula de clases.7 Existe un nexo innegable entre el hogar y la escuela. El hogar y la escuela pueden considerarse componentes de una institución singular porque cumplen un propósito singular. El libro La Educación lo resume de la siguiente manera: “La preparación que se recibe durante los primeros años en el hogar y durante los años subsiguientes en la escuela, es fundamental para el éxito en la vida. En tal educación es esencial el desarrollo de la mente y la formación del carácter”.8 El carácter cooperativo del hogar, representado por los padres, y de la escuela, representada por los maestros y administradores de la educación, se expresa hábilmente de esta manera: “Dios confió a los padres y maestros la tarea de educar a los niños y jóvenes en estas direcciones, y de cada acto de la vida se les puede enseñar lecciones espirituales”.9

La Biblia ilustra los efectos de la teoría de Baumrind. Por ejemplo, Aarón favoreció un estilo permisivo al educar a sus dos hijos mayores. Como resultado, tanto Nadab como Abiú perecieron frente al altar cuando, en su primera actuación como sacerdotes, ofrecieron fuego profano que nunca fue ordenado por Dios (Levítico 10:1-2).

Jefté demostró un estilo autoritario cuando prometió a Dios: “quien salga primero de la puerta de mi casa a recibirme, cuando yo vuelva . . . será del Señor y lo ofreceré en holocausto” (Jueces 11:31).10 Para sorpresa de Jefté, la persona que lo recibió fue su única hija. Debido a su estilo autoritario, la hija de Jefté perdió la vida (Jueces 11:39) y esto más tarde inició una guerra civil con la tribu de Efraín en la que murieron 42,000 hombres sin piedad (Jueces 11:1-7). Abraham, por otro lado, ejemplificó un estilo democrático. Como se relata en Génesis 22, cuando Dios le pidió que sacrificara a su hijo Isaac, Abraham no obligó al joven a ponerse sobre el altar, simplemente lo animó a aceptar el plan de Dios. Al interactuar con su hijo en este asunto, Abraham demostró amor al tiempo que mostraba respeto por la individualidad y el libre albedrío de su hijo.

El estilo democrático en el aula de clases

En nuestro estilo de vida moderno, la mayoría de los niños pasa una cantidad significativa de tiempo con los maestros. Durante esas horas juntos, los estudiantes adquieren habilidades académicas y no académicas. Es la combinación de estas habilidades lo que moldea y da forma a las actitudes de los alumnos hacia la vida y a su comportamiento moral. Las investigaciones confirman que, al igual que la relación padre-hijo puede influir en las actividades y comportamientos de los niños, también lo hace la relación profesor-alumno. En un reciente metaanálisis de más de 1,400 estudios publicados, Martin Pinquart descubrió que la disciplina rígida y el control psicológico de los padres eran los mayores predictores del deterioro del comportamiento de los niños a lo largo del tiempo.11

Cuando se utiliza un estilo de enseñanza autoritario, el profesor mantiene un estricto control y disciplina, y deja poco o ningún espacio para la flexibilidad y la individualidad (véase la Figura 1). Este tipo de estilo de enseñanza demuestra poca calidez.12 Por ejemplo, un estudio sobre alumnos de secundaria demostró que los profesores autoritarios tenían un impacto asfixiante en el crecimiento académico de los alumnos en cuestión, haciendo que se pusieran a la defensiva en su aprendizaje, en lugar de comprometerse.13 Los maestros permisivos, por otro lado, aunque no tienen el impacto opresivo de los maestros autoritarios, generalmente no proporcionan los límites y la estructura que los alumnos necesitan para un crecimiento y desarrollo óptimos (véase la Figura 2).14

Sin embargo, cuando los profesores emplean un estilo de enseñanza democrático, se combinan los mejores atributos de los estilos autoritario y permisivo, ya que proporciona a los alumnos altas expectativas, la disciplina dirigida que necesitan y la independencia para alcanzar estas expectativas, combinadas con calidez, flexibilidad, comprensión y apertura dentro del aula (véase la Figura 3). Un maestro que practica el estilo democrático en el aula comprende su papel en la creación de un equilibrio saludable entre la demostración de compasión, amor, tolerancia y comprensión, al tiempo que establece límites y crea un entorno estructurado.15

Quizá los mejores ejemplos de enseñanza democrática los proporcionó Jesús, el Maestro. Los tres enfoques siguientes ofrecen modelos ideales para maestros y administradores:

Usar ilustraciones: Jesús sabía lo que se necesitaba para centrarse en el aprendizaje, por lo que constantemente usó ilustraciones (por ejemplo, el término parábolas proviene del término griego παραβολή [parabolé] cuyo significado básico es “comparación, figura”).16 Las parábolas permitían a sus oyentes visualizar conceptos vitales (Marcos 4:33, 34).17 Después de todo, mucha gente piensa en imágenes.18 Las ilustraciones fueron fundamentales para el crecimiento y la formación de los alumnos de Jesús. Demostraron el amor de Jesús por sus alumnos, tal como lo demostró en sus genuinos cumplidos (Mateo 8:5-10; Mateo15:22-28; Marcos 14:3-9; Juan 1:47). Aplicación: Use historias y lecciones objetivas para presentar temas tanto sencillos como complejos (véase el Recuadro 1).

Crear un entorno de aprendizaje enriquecedor: Jesús estableció el control sobre su entorno sin demostrar comportamientos autoritarios. Daba autonomía a los alumnos dándoles la oportunidad de tomar decisiones a la vez que amonestaba y corregía el mal comportamiento (Mateo 14:22-34; Juan 21:15-17). Su enfoque creó un deseo inherente entre sus seguidores de acercarse voluntariamente a Él, de escuchar y de seguir. Y en un entorno así, sus seguidores se nutrían a medida que crecían en su comprensión de sus enseñanzas con el paso del tiempo e incluso después de su ascensión. Aplicación: Manténgase al día con literatura sobre las habilidades y herramientas eficaces de gestión del aula que pueden ayudar a crear un entorno de aprendizaje en el que los estudiantes puedan prosperar y desarrollar el amor por el aprendizaje (véase el Recuadro 1).

Demostrar amor: Jesús se interesaba personalmente por cada uno de sus alumnos. Demostró calidez, flexibilidad y apertura. Su amor era tan fuerte que estaba dispuesto a desafiar a sus alumnos a crecer más allá de sus capacidades percibidas (Mateo 14:22). Jesús no solo amaba a sus alumnos, sino que también lo desafiaba a amarse unos a otros (Juan 13:34, 35). Aplicación: Aproveche cada oportunidad para modelar el amor de Jesús a los estudiantes; interésese por ellos, conozca a sus familias, cultive relaciones positivas y desafíelos a demostrar bondad entre ellos.

El enfoque democrático es la práctica recomendada para los educadores. El objetivo de la educación es “educar a los jóvenes para que sean pensadores, y no meros reflectores de los pensamientos de otros hombres”.19 Para lograr estos objetivos, los educadores deben aprovechar todas las oportunidades para aplicar el enfoque democrático mostrado por Jesucristo en sus interacciones diarias con los estudiantes.

Conclusión

Un enfoque democrático de la educación es fundamental para el desarrollo de los niños y los jóvenes. Este enfoque es el que ofrece la mayor probabilidad de que los niños se conviertan en pensadores independientes y críticos, ya que esto les permitirá regular sus emociones, tomar buenas decisiones y resistir la presión de sus compañeros. Además, los niños expuestos a un estilo democrático aprenden a respetar a los adultos, maestros, administradores y otras figuras de autoridad. Es más probable que demuestren empatía, amabilidad y calidez hacia los demás, lo que se traduce en relaciones más saludables.

El enfoque democrático puede reforzarse en el aula. La Biblia deja claro que los maestros desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los niños (Tito 2:7, 8). Los maestros deben animar a sus alumnos a ser pensadores independientes, al tiempo que los guían de cerca y modifican sus expectativas, según la situación y las necesidades de los alumnos. Los profesores pueden ver a Jesús como el máximo ejemplo de cómo aplicar este estilo en el aula. Es muy importante identificar las reglas, los límites y las consecuencias mientras se enseña, pero también lo es ser emocionalmente receptivo, cálido y alentar a los alumnos.


Este artículo ha pasado por la revisión de pares.

Manuel Moral

Manuel Moral, PhD, es catedrático asociado del Departamento de Religión y Teología de la Universidad de Oakwood, en Huntsville, Alabama, EE. UU.

Octavio Ramirez

Octavio Ramirez, PhD, es catedrático de trabajo social en la Universidad Estatal de Fort Hays en Hays, Kansas, EE. UU.

Malcolm Cort

Malcolm Cort, PhD, es catedrático de sociología en la Universidad Estatal de Athens, en Athens, Alabama, EE. UU. Actualmente se centra en los factores sociales que intervienen en el bienestar de los adultos Adventistas del Séptimo Día emergentes.

George Ashley

George Ashley, PhD, LMSW, es profesor de trabajo social en la Universidad del Este de Kentucky (Richmond, Kentucky, EE. UU.). Tiene un Doctorado en Servicios Humanos (Walden University, Minneapolis, Minnesota, EE. UU.) y es trabajador social certificado. El Dr. Ashley trabajó durante más de 25 años como profesor y administrador dentro de la educación superior adventista y cuenta con más de 30 años de amplia experiencia en la práctica del trabajo social con niños y familias, y trabajo social en escuelas de educación primaria y secundaria. El Dr. Ashley también trabajó como asesor, facilitador de talleres y capacitador de grupos pequeños para la educación contra el racismo, la equidad, la diversidad y la inclusión. Sus intereses de investigación incluyen las relaciones raciales, la crianza de los niños y la sexualidad humana. Es autor de numerosos artículos y revistas, tanto académicas como de divulgación, y coeditor de varios libros.

Citación recomendada:

Manuel Moral, et al., “La educación democrática: La practica recomendada para los educadores,” Revista de Educación Adventista 83:1 (2021).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Elena G. de White, La Educación (Doral, FL: Asociación Publicadora Interamericana, 2009), 13.
  2. Diana Baumrind, “Authoritarian Versus Authoritative Parental Control,” Adolescence 3:11 (Fall 1968): 255-272.
  3. Diana Baumrind, “Differentiating Between Confrontive and Coercive Kinds of Parental Power-Assertive Disciplinary Practices,” Human Development 55 (2012): 35-51.
  4. Phillip A. Cowan y Mavis Hetherington, eds., Family Transitions (Hillsdale, N.J.: Lawrence Erlbaum Associates, 1991), 127, 128. Diana Baumrind es autora del capítulo 5, “Effective Parenting During the Early Adolescent Transition.”
  5. Ibid., 128.
  6. Mary A. Lamanna, Agnes Riedmann y Susan Stewart, Marriages, Families, and Relationships, 5th ed. (Stamford, Conn.: Cengage Learning, 2015), 231, 232.
  7. Douglas A. Bernstein, “Parenting and Teaching: What’s the Connection in Our Classrooms?” Psychology Teacher Network (September 2013): https://www.apa.org/ed/precollege/ptn/2013/09/parenting-teaching; Gayle E. Mullen y Mary K. Tallent-Runnels, “Student Outcomes and Perceptions of Instructors’ Demands and Support in Online and Traditional Classrooms,” Internet and Higher Education 9:4 (2006): 257-266; Sharon E. Paulson, Gregory J. Marchant, y Barbara A. Rothlisberg, “Early Adolescents’ Perceptions of Patterns of Parenting, Teaching, and School Atmosphere,” The Journal of Early Adolescence 18:1 (February 1998): 5-26; Joan M. T. Walker, “Authoritative Classroom Management: How Control and Nurturance Work Together,” Theory Into Practice 48:2 (Spring 2009): 122-129: _______, “Looking at Teacher Practices Through the Lens of Parenting,” Journal of Experimental Education 76:2 (Winter 2008): 218-240.
  8. White, La Educación, 9.
  9. _________, Conducción del Niño (Mountain View, CA: Pacific Press, 1964), 470.
  10. Jueces 11:31. Nueva Versión Internacional (NVI). Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
  11. Martin Pinquart, “Associations of Parenting Dimensions and Styles With Externalizing Problems of Children and Adolescents: An Updated Meta-Analysis,” Developmental Psychology 53:5 (2017): 873-932. doi.org/10.1037/dev0000295.
  12. Jonathan F. Bassett, et al., “Permissive, Authoritarian, and Authoritative Instructors: Applying the Concept of Parenting Style to the College Classroom,” Individual Differences Research 11:1 (2013): 1-11: http://www.idr-journal.com.
  13. Joan M. T. Walker, “Looking at Teacher Practices Through the Lens of Parenting Style,” Journal of Experimental Education 76:2 (August 7, 2010): 218–240. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.3200/JEXE.76.2.218-240.
  14. Bassett et al., “Permissive, Authoritarian, and Permissive Instructors: Applying the Concept of Parenting Style to the College Classroom.”
  15. Francisco Simões y Maria Manuela Calheiros, “A Matter of Teaching and Relationships: Determinants of Teaching Style, Interpersonal Resources and Teacher Burnout,” Social Psychology of Education: An International Journal 22:4 (July 05, 2019): 991-1013.
  16. El término griego παραβολή, (parabolé), fue tomado del libro Greek Novum Testamentum Graece, 28 ed. (Stuttgart, Germany: German Bible Society, 2012). Véase también Frederick William Danker, ed., A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature, 3rd ed. (Chicago, Ill.: The University of Chicago Press, 2000), 759.
  17. Simon Bell y Stephen Morse, “How People Use Rich Pictures to Make Them Think and Act,” Systematic Practice and Action Research 26 (June 12, 2012): 331-348.
  18. White, Mente, Carácter y Personalidad I (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1989), 371.