Daniel Ganu • Susan M. Baker • Josephine Ganu

Los datos son importantes:

Las estadísticas de salud pueden potenciar el conocimiento, la actitud y la práctica

A los educadores adventistas del séptimo día a nivel mundial les entusiasma la pedagogía que aumenta las habilidades de conocimiento de los estudiantes e influyen en sus actitudes y creencias. Taylor afirma que una de las características que definen la educación adventista del séptimo día es el compromiso con la excelencia, promotora el desarrollo integral de la persona. Este, a su vez, se construye cuando se forjan fuertes vínculos entre el conocimiento y la práctica,1 apoyados por actitudes y creencias positivas.

Para que el aprendizaje sea transformador, el proceso de desarrollo que conecta el conocimiento, la actitud y la práctica (CAP), debe ser intencional. Sabemos que la adquisición de conocimientos por sí sola puede no ser lo suficientemente poderosa como para cambiar la práctica en una dirección positiva.2 Por ejemplo, para que el desarrollo de la espiritualidad sea maduro y auténtico exige una sincronización entre estos factores. Otro ámbito crítico para la fusión de las habilidades CAP es la educación de la salud.

El objetivo de la educación adventista en el ámbito de la salud es impartir conocimientos a los alumnos en el desarrollo de actitudes en cuanto a la adopción de buenos hábitos y prácticas de un estilo de vida saludable.. Este objetivo se basa en las palabras de Elena G. White: “Al enseñar los principios que rigen la salud, téngase presente el gran objeto de la reforma, que es obtener el mayor desarrollo del cuerpo, la mente y el espíritu”.3 La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene una rica historia en crear y promocionar iniciativas de educación en ciencia y salud, libros de texto y recursos curriculares que son utilizados por educadores de todos los niveles para activar y acelerar el aprendizaje. Algunos ejemplos de enfoques adventistas son los programas CELEBRATIONS®,4 ADELANTE,5 y CREATION6 (Figura 1).

La investigación corrobora los beneficios de las enseñanzas adventistas sobre la salud, pero son apreciables cuando el conocimiento se traduce en actitudes y prácticas positivas por parte de los individuos. Los resultados de las investigaciones sobre salud realizadas entre los adventistas del séptimo día han indicado que estos adoptan prácticas saludables, tal como lo enseña la iglesia, logran una mayor esperanza de vida7 y un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer,8 enfermedades cardiovasculares9 y síndrome metabólico.10

En un estudio de 2016, Gálvez et al. midieron las variables de CAP de 1,442 adventistas del séptimo día en siete iglesias adventistas en la zona metropolitana de Manila, Filipinas. De los participantes, más de la mitad (55%) tenía entre 18 y 36 años, y el 70% tenía un título universitario. Los investigadores encontraron que el conocimiento en las enseñanzas adventistas sobre la actividad física, por ejemplo, oscilaba entre pobre y medio. Sin embargo, en relación con la actividad física, las actitudes oscilaban entre neutrales y positivas. La práctica, en el área de la actividad física, oscilaban entre pobre y media.11 Este estudio es solo un ejemplo que destaca la necesidad de que el conocimiento sea transformado en actitud y práctica para obtener sus beneficios.

En 2019, los investigadores de la Universidad Adventista de África, institución de postgrado de la Asociación General en Kenia, realizaron un estudio dentro de los territorios geográficos de las tres divisiones Adventistas del Séptimo Día en el África Subsahariana: la División Africana Centro-Oriental (DACO), la División Sudafricana y del Océano Índico (DSOI) y la División Africana Centro-Occidental (DAO). El propósito del estudio fue recopilar y analizar datos primarios de adventistas africanos relacionados con su estado de salud general y con los CAP basados en el programa de educación de la salud CELEBRATIONS®. Este programa fue creado por el Departamento de Salud de la Asociación General para la educación de la salud en iglesias y escuelas (Figura 1).

Métodos

Este estudio descriptivo utilizó un diseño analítico transversal con datos obtenidos mediante un cuestionario y, por lo tanto, se basó en datos auto reportados. El cuestionario de 213 elementos contenía preguntas abiertas y cerradas, y fue administrado por asistentes de investigación capacitados.

Se seleccionaron los participantes de manera aleatoria entre personas que cumplían criterios de inclusión en los distintos lugares. Estos criterios fueron: (1) etnia africana, (2) miembro bautizado en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, (3) residencia en una de las divisiones Adventistas del Séptimo Día en África, (4)18 años o más, y (5) habilidad para dedicar una hora aproximadamente a completar el cuestionario.

El reclutamiento de participantes se basó en la agrupación de poblaciones adventistas de 34 uniones africanas y poblaciones eclesiásticas de entornos rurales y urbanos con tamaño de membresía pequeños, medianos y grandes. Se utilizó un muestreo aleatorio proporcional para reclutar a los participantes de cada asociación, lo cual resultó en la recolección de 15,434 cuestionarios completados por los participantes (Figura 2). Los cuestionarios incompletos o dañados (2,437) no se incluyeron en el análisis de datos.

El permiso para la investigación con participantes humanos fue aprobado por el comité de ética de la Comisión Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Nairobi, Kenia. Cada participante firmó un formulario de consentimiento antes de que se le permitiera participar en el estudio, tras lo cual completó el cuestionario que estaba disponible en inglés, portugués, francés y swahili para adaptarse a los diversos grupos lingüísticos. El análisis estadístico se realizó con el programa IBM SPSS versión 23.

Resultados

El Estudio de Salud de los adventistas del séptimo día de África utilizó el acrónimo CELEBRATIONS® para evaluar el nivel de CAP de los principios de salud entre los adventistas de África. Como se muestra en la Tabla 1, el 50.6% de los participantes fueron hombres y el 41.4% mujeres (el 8% no respondió a la pregunta de género). El grupo más numeroso de encuestados tenía entre 18 y 30 años (46.2%) y soltero en cuanto al estado civil (46% solteros, 44.5% casados o separados). Un poco más de la mitad de los participantes no tenía estudios formales (3%) o tenía estudios primarios o secundarios (50.6%). Los participantes con títulos universitarios y profesionales constituyeron el 30.4% de los encuestados, mientras que el 7.2% tenía un título de postgrado y el 8.8% no respondió a esta pregunta. En cuanto a la situación laboral, el 48.4% estaban empleados y el 26.5% eran estudiantes.

La Tabla 2 muestra el nivel de conocimiento de los participantes sobre los principios de salud que enseña la iglesia. En general, los participantes mostraron un buen nivel de conocimiento, con una puntuación media de 3.94 en una escala de Likert de 5 puntos (DE = 0.58). Esto indica que los encuestados tienen un conocimiento superior a la media de los principios de salud, siendo el conocimiento sobre ciertos principios del programa CELEBRATIONS® ligeramente superior al de otros. 

Como se observa en la Tabla 3, los participantes mostraron una actitud generalmente positiva hacia los principios de salud enseñados por la Iglesia (puntuación media = 3.99 en una escala de Likert de 5 puntos, DE = 0.72). Tener una actitud positiva hacia un principio de salud constituye el fundamento para ponerlo en práctica. A partir de estos resultados, es razonable esperar una buena aplicación de los conocimientos y las actitudes hacia una conducta práctica, que se examinará en la siguiente sección. De forma similar a los resultados en el área de los conocimientos, existieron variaciones entre los principios de CELEBRATIONS®, con diferencias ligeramente mayores en varias áreas. Es interesante observar que hubo cuatro resultados extremadamente positivos en cuanto a la actitud con respecto a las elecciones, los líquidos, la creencia y el descanso. Comparando esto con el nivel de conocimiento, la actitud hacia los líquidos es el único hallazgo en el que la mayoría de los encuestados alcanzó una puntuación excelente. Asimismo, la temperancia obtuvo la puntuación más baja en el nivel de conocimientos, aunque fue la más alta en la práctica. La actitud de los participantes hacia la integridad y la nutrición fue neutral.

La Tabla 4 revela que la práctica de los principios de salud recibió una valoración más baja (puntuación media de 3.61 en una escala de Likert de 5 puntos, DE = 0.73) comparada con los conocimientos y la actitud. La puntuación de la práctica del ejercicio, el ambiente y la nutrición fue media, aunque el ejercicio y el ambiente obtuvieron una actitud positiva.

El modelo conocimiento, actitud y práctica (CAP) es un método habitual para comprender y analizar las respuestas humanas a determinados fenómenos, especialmente en el ámbito de los estudios de la salud. La conexión entre las actitudes y las prácticas de las personas está bien establecida en la psicología y la teoría del comportamiento en materia de salud.12 La implicación de la relación positiva entre los CAP es que equiparará al individuo a aceptar el reto de educar, motivar y adoptar los principios adventistas de salud para modificar su estilo de vida.

Discusión

Este estudio reveló información sobre el conocimiento, las actitudes y la práctica de los principios de salud adventistas entre los adventistas del séptimo día en África. Aunque los participantes informaron tener un buen nivel de conocimiento de los principios generales de salud y de actitudes positivas hacia ellos, esto no se reflejó plenamente en su práctica. Otros estudios han corroborado que existen diferencias entre los niveles de conocimiento, actitud y práctica.13 Nuestros resultados demostraron que las actitudes generales de los encuestados hacia CELEBRATIONS® son ligeramente superiores a sus conocimientos generales. Esto demuestra una superposición entre conocimientos y actitudes. Es probable que los encuestados, aunque carezcan de conocimientos completos o precisos sobre CELEBRATIONS®, puedan desarrollar una actitud positiva hacia los principios de salud porque creen en las enseñanzas sobre salud de la Iglesia. De hecho, nuestros resultados mostraron que “los líquidos” es el único principio de salud sobre el que los encuestados tenían un conocimiento excelente. Esto indica claramente la necesidad de colocar deliberadamente un mayor énfasis en la educación para la salud y así mejorar los conocimientos de salud de los miembros de la iglesia en África. La falta de información precisa o completa puede conducir a una información errónea, sobre todo en una era infodémica.[1]4

Una revisión de la edad de los participantes muestra que muchos son relativamente jóvenes, lo que refleja la población de todo el continente africano. Por lo tanto, es imperativo que los educadores aprovechen oportunidades con los estudiantes para forjar conexiones entre la educación para la salud y los CAP como parte de la educación formativa integral.

Además, el éxito de la educación para la salud depende de la medida en que los educadores utilicen una variedad de pedagogías para integrar los principios de salud con el aprendizaje académico en todos los niveles. Un ejemplo de este tipo de instrucción interdisciplinaria se encuentra en el Ariel Trust, situado en Liverpool, en el Reino Unido. El Ariel Trust es una organización de beneficencia educativa que utiliza las lecciones de matemáticas para enseñar a los estudiantes sobre el mal uso del alcohol.15 Los estudiantes aprenden sobre los peligros del alcohol (un principio de salud) explorando las estadísticas de consumo de alcohol (un enfoque basado en la evidencia) y los riesgos asociados (una práctica de salud) dentro de las lecciones de matemáticas (un enfoque interdisciplinario de un tema no relacionado con la salud). Del mismo modo, Youth Alive, un programa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, está diseñado para crear resiliencia entre los adolescentes y los jóvenes inspirándolos y equipándolos para que tomen decisiones saludables.16

Dirigirse a los jóvenes en todos los niveles educativos es práctico, sostenible y estratégico. Para los educadores de África, y de otros lugares, esto es relevante: África tiene la mayor concentración de jóvenes del mundo, y la membresía adventista africana está compuesta en gran parte por jóvenes.17 Sin embargo, los educadores adventistas de todo el mundo deberían comprometerse con la educación de la salud integradora con una pedagogía intencional. Históricamente, los profesores han desempeñado un papel importante al influir en los alumnos. Pueden generar entusiasmo, confianza y alegría de forma que los motive a adoptar un estilo de vida saludable de forma constante a lo largo de su vida. Los profesores adventistas comprometidos y apasionados por Dios y por los principios de la salud son un recurso para la educación adventista de inestimable valor.18

Recomendaciones

Basándose en los resultados de los datos compuestos generados en el estudio, no cabe duda de que la educación es una piedra angular potencial para mejorar el conocimiento-actitud-práctica en relación con CELEBRATIONS®. Recomendamos que los profesores de todos los niveles utilicen una variedad de enfoques para promover las enseñanzas adventistas sobre la salud, incluido el programa CELEBRATIONS®, en un intento de crear actitudes positivas, a la vez que se refuerzan los conocimientos sobre la importancia de varios principios de salud y cómo pueden traducirse mejor en el comportamiento. Por ejemplo, los educadores deben explicar a los alumnos que la temperancia no solo se aplica a las personas que tienen una crisis de salud (ya sea la obesidad, las adicciones o cualquier otro problema de salud), sino para todos. Otras áreas específicas que deben enfatizarse y aclararse son los conocimientos adecuados sobre el optimismo, el apoyo social, el descanso, la nutrición, la integridad y el ambiente y cómo influyen en la salud.

A continuación se presentan tres recomendaciones prácticas para el aula diseñadas a ser aplicadas con relativa facilidad y que no requieren cursos adicionales ni un nuevo plan de estudios:

1. Utilizar enfoques de pensamiento crítico para integrar los principios de salud en la enseñanza. El entorno del aula es un lugar propicio para fomentar un pensamiento profundo y significativo sobre la salud. El pensamiento crítico es una forma de pensamiento reflexivo que puede estimular una autoevaluación profunda sobre las opciones de salud y el estilo de vida de los alumnos. Formular preguntas que requieran un pensamiento sintético y analítico es una característica clave para la enseñanza del pensamiento crítico. Los educadores pueden facilitar conversaciones estratégicas en el aula al hacer preguntas y escuchar activamente a los alumnos para entender sus actitudes hacia los principios adventistas de salud y su comprensión de estos. Estos enfoques le permiten al instructor conectarse con los estudiantes y estimular el pensamiento profundo y el aprendizaje duradero. El uso de las mejores prácticas de métodos de pensamiento crítico exige que los profesores cultiven la sensibilidad, la presteza y la inteligencia emocional.20

2. Modelar un comportamiento saludable. Modelar es “enseñar con el ejemplo y aprender por imitación”.21 Adoptar un estilo de vida saludable no puede lograrse solo con la adquisición de conocimientos, aunque no debe ignorarse el valor de los conocimientos fácticos y prácticos. También se necesita inspirar a los estudiantes a hacer algo más que tener una buena actitud sobre principios de salud, aunque las actitudes pueden allanar el camino para el cambio de comportamiento. Los alumnos evalúan constantemente a sus profesores para ver si “cumplen lo que dicen”. Como profesor, practique los principios de salud que enseña. Por ejemplo, los alumnos deberían ver a los maestros tomando agua pura de manera habitual, realizando algún tipo de ejercicio de forma regular, demostrando una actitud positiva, teniendo una confianza permanente en Dios, etcétera. De este modo, el compromiso conductual del profesor con los principios de salud puede mostrarles a los alumnos qué significa tener una vida sana.

3. Integrar la enseñanza de los principios de salud en el calendario académico/curricular. Las instituciones educativas deben esforzarse por crear oportunidades para promover la salud, la educación de la salud y la conciencia, basada en acrónimos de educación para la salud como CELEBRATIONS®. La reflexión sobre la pedagogía eficaz debe incluir el uso de enfoques multi-, inter- y transdisciplinarios,22 así como la colaboración con los departamentos de ministerios de salud, hospitales, clínicas y personal de salud.

Conclusión

El Estudio de Salud de los adventistas del séptimo día de África identificó el nivel de conocimiento, actitud y práctica de los principios de salud entre los adventistas de África, que informaron de un buen conocimiento y una actitud positiva hacia los principios de salud. Es fácil suponer que todos los adventistas tienen conocimientos adecuados sobre las enseñanzas de salud y las practican. Sin embargo, es necesario planificar deliberadamente un mayor énfasis en la educación para la salud, mejorar el conocimiento sobre salud e implementar aún más los conocimientos y las actitudes en una práctica maximizada. Esta necesidad existe en la educación adventista en todos los niveles donde los educadores tienen la oportunidad de introducir conocimientos, cultivar su conversión en actitudes positivas y fomentar una práctica transformadora que es vital para obtener resultados eficaces en la educación para la salud. Dado que los educadores desempeñan un papel fundamental para hacer avanzar con éxito las iniciativas de cambio, corresponde a las instituciones educativas adventistas y a los educadores explorar las recomendaciones sugeridas por este estudio y utilizar las pruebas para integrar los principios de la salud y el aprendizaje académico.


Este artículo ha pasado por la revisión de pares.

Daniel Ganu

Daniel Ganu, DrPH, es catedrático de salud pública y actualmente es coordinador del programa de Maestría en Salud Pública de la Universidad Adventista de África, en Nairobi, Kenia. Ha publicado artículos de investigación en revistas internacionales de revisión de pares. Sus intereses de investigación se centran en la salud infantil, el abuso de drogas y sustancias, la salud espiritual, la salud mental y la promoción de la salud.

Susan M. Baker

Susan M. Baker, DSc, PT, es fisioterapeuta y educadora. Fue directora de investigación y desarrollo del profesorado y catedrática asociada de salud pública en la Universidad Adventista de África, en Nairobi, Kenia. Ha trabajado en varios sectores de salud y en universidades públicas y privadas. Sus intereses de investigación son la rehabilitación, SOTL y la educación y promoción de la salud.

Josephine Ganu

Josephine Ganu, PhD, es catedrática asociada de administración y actualmente es directora de investigación y becas en la Universidad Adventista de África, en Nairobi, Kenia. La Dra. Ganu obtuvo un Doctorado en Comercio de la Universidad de Santo Tomás, en Filipinas. Sus intereses de investigación actuales incluyen la salud y el bienestar de los empleados, la responsabilidad social de las empresas, el comportamiento organizacional y la espiritualidad en el lugar de trabajo.

Citación recomendada:

Daniel Ganu, Susan M. Baker y Josephine Ganu, “Los datos son importantes: Las estadísticas de salud pueden potenciar el conocimiento, la actitud y la práctica”, Revista de Educación Adventista 83:1 (2021).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. John Wesley Taylor V, “¿Qué carácter especial tiene una institución adventista de educación superior?,” Revista de Educación Adventista 41:1 (Enero–Marzo, 2017). Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2017.2.5.es.
  2. Jamilah Ahmad et al., “Investigating Students’ Environmental Knowledge, Attitude, Practice and Communication,” Asian Social Science 11:16 (2015). doi.org/10.5539/ass.v11n16p284.
  3. Elena G. de White, El Ministerio de Curación (Mountain View, CA: Pacific Press, 1959), 105.
  4. Kathleen Kiem Hoa Oey Kuntaraf et al., CELEBRATIONS®: Living Life to the Fullest (Silver Spring, Md.: Adventist Review Ministries, 2018). Recursos disponibles en línea, en inglés: https://www.healthministries.com/celebrations.
  5. ADELANTE (acrónimo en inglés, NEWSTART). Recursos disponibles en inglés: https://www.newstart.com/about/.
  6. CREATION. Recursos disponibles en inglés: https://www.adventhealth.com/creation-life.
  7. Gary Fraser and David Shavlik, “Ten Years of Life: Is It a Matter of Choice?” Archives of Internal Medicine 161:13 (2001): 1,645-1,652. doi.org/10.1001/archinte.161.13.1645.
  8. L. C. Thygesen et al., “Cancer Incidence Among Danish Seventh-day Adventists and Baptists,” Cancer Epidemiology 36:6 (2012): 513-518.
  9. Tao Huang et al., Cardiovascular Disease Mortality and Cancer Incidence in Vegetarians,” Annals of Nutrition & Metabolism 60:4 (2012): 233-240.
  10. Nico Rizzo et al., “Vegetarian Dietary Patterns Are Associated With a Lower Risk of Metabolic Syndrome,” Diabetes Care 34:5 (2011): 1,225-1,227.
  11. C. A. Galvez et al., “Influence of Knowledge and Attitude on Lifestyle Practices Among Seventh-Day Adventists in Metro Manila, Philippines,” Journal of Religion and Health (2020). doi.org/10.1007/s10943-020-01091-8.
  12. Icek Ajzen, “Perceived Behavioral Control, Self-efficacy, Locus of Control, and the Theory of Planned Behavior,” Journal of Applied Social Psychology 32:4 (2002): 665-683. doi.org/10.1111/j.1559-1816.2002.tb00236.x.
  13. Bao-Liang Zhong et al., “Knowledge, Attitudes, and Practices Towards COVID-19 Among Chinese Residents During the Rapid Rise Period of the COVID-19 Outbreak: A Quick Online Cross-sectional Survey,” International Journal of Biological Sciences 16:10 (2020): 1,745-1,752: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7098034; see also: Oluwaseyitan Adesegun et al., “The COVID-19 Crisis in Sub-Saharan Africa: Knowledge, Attitudes, and Practices of the Nigerian Public,” The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene 103:5 (2020): 1,997-2,004. doi:10.4269/ajtmh.20-0461.
  14. World Health Organization, “Infodemic”: https://www.who.int/health-topics/infodemic#tab=tab_1.
  15. Tara Tancred et al., “Integrating Health Education in Academic Lessons: Is This the Future of Health Education in Schools: A Commentary,” Journal of School Health 87:11 (2017): 807-810. doi.10.1111/josh.12554.doi.10.1111/josh.12554.
  16. https://www.healthministries.com/wp-content/uploads/2020/08/YA-Participant.Final.NoMarks.pdf.
  17. United Nations Economic and Social Council, “#Youth2015: Realizing the Future They Want” (2014): https://www.un.org/en/ecosoc/youth2014/pdf/summary.pdf; Office of the Special Adviser on Africa, “Youth Empowerment” (n.d.): https://www.un.org/en/africa/osaa/peace/youth.shtml#:~:text=This%20global%20trend%20has%20particular,of%20the%20world’s%20youth%20population; the statistical report available at https://www.adventistresearch.org/research_reports revealed through demographic data collected by researchers at the University of Eastern Africa, Baraton, Kenya, that in 2018, people under 30 years old made up 40.9 percent of the church’s membership in the Southern Africa-Indian Ocean Division, 38.6 percent in the West-Central Africa Division, and 32.9 percent in the East-Central Africa Division. This is an average youth membership of 37.4 percent in Sub-Saharan Africa.
  18. Carol Tasker, “Los maestros: Las personas que marcan la diferencia en la educación adventista,” Revista de Educación Adventista 81(3), 2019. Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2019.81.3.1.
  19. Advertencia: Este estudio tiene posibles limitaciones. La metodología de autoinforme podría dar lugar a un sesgo de deseabilidad social y afectar los resultados. Una estrategia para abordar esto es utilizar opciones de intervalo para las respuestas. Este enfoque se utilizó en el desarrollo del cuestionario.
  20. En el artículo “How Can Education Professionals Become Emotionally Intelligent?” Science Direct Procedia Social and Behavioral Sciences 1 (2009): 1,023-1,028, Derya Oktar Ergur defiende de forma contundente la necesidad de que los profesores posean inteligencia emocional.
  21. S. Boettcher-Dale and J. Taylor, “Do as I Do: The Importance of the Clinical Instructor as Role Model, The Journal of Extra-corporeal Technology 26:3 (1994): 140-142: https://www.semanticscholar.org/paper/Do-as-I-do%3A-the-importance-of-the-clinical-as-role-Boettcher-Dale-Taylor/d0cc1447766cfd2ead18110c43802b01d69f216e.
  22. Los investigadores de la educación fomentan el uso de enfoques multi-, inter- y transdisciplinarios para facilitar el aprendizaje integral de los estudiantes. Estudiar en detalle estos términos puede mostrar por qué son una herramienta importante para los educadores. Véase el artículo de Ineta Helmane e Ilze Briška, “What Is Developing Integrated or Interdisciplinary or Multidisciplinary or Transdisciplinary Education in School?” Signum Temporis 9:1 (2017): 7-15. doi.10.1515/sigtem-2017-0010.