Los orígenes de algunos rituales o prácticas basados en la fe se remontan a las experiencias de Adán y Eva en el Jardín del Edén: un día de descanso semanal (Génesis 2:2), el matrimonio (Génesis 2:24), y la comunión diaria con Dios (Génesis 3:8). Después que el pecado entró en el mundo y Adán y Eva fueron expulsados del Jardín del Edén, Dios instituyó otro ritual, el sacrificio de animales (Génesis 4:3-5). Este ritual debía simbolizar y señalar la futura muerte de Cristo en la cruz. En la escuela del desierto durante el Éxodo, se les presentó el santuario y sus rituales a los israelitas (Éxodo 25:8) que apuntan a (1) la venida de un Salvador para rescatar a un mundo perdido y (2) el cuidado de Dios a su pueblo escogido.

En la época de Cristo, el ritual del bautismo se hizo importante puesto que indicaba la pertenencia religiosa de una persona. Hoy en día, este ritual se considera como un reconocimiento público y una declaración de la elección de una persona a ser seguidora de Cristo y su deseo de unirse a la familia de creyentes en Dios (Mateo 28:19). Después de la muerte de Cristo, los sacrificios de animales se volvieron redundantes. Se introdujo un nuevo ritual cristiano para conmemorar la muerte de Cristo en la cruz y el rescate de la humanidad de la muerte eterna. Los cristianos contemporáneos se refieren a este ritual como el servicio de comunión (Lucas 22:19). Cuando Jesús vivió en esta tierra demostró los rituales de la oración (Lucas 11:2-5), la reflexión personal (Mateo 14:13), la adoración (Lucas 13:10), el descanso del sábado (Lucas 4:16) y el estudio de la Biblia (Mateo 28:20).

La razón de los rituales cristianos

Estos rituales ayudan a los cristianos del siglo xxi a mantener y desarrollar su fe y mejorar su vida espiritual. Los rituales cristianos son importantes porque proporcionan un sentido de pertenencia e identidad espiritual en el presente, un sentido de conexión con el pasado, y apuntan confiadamente al futuro. Jennings afirma que “los rituales son herramientas que Dios usa para hacernos pensar y estimular la conversación con él”.1

Lamentablemente, en el siglo xxi, cada uno de los rituales cristianos mencionados anteriormente tiene una versión falsa, algunos incluso dentro de la comunidad de la iglesia cristiana. Los estudiantes necesitan saber qué representa cada ritual, por qué celebramos cada uno, y cómo debemos practicarlos.

Experimentar a Dios a través del ritual de la oración

La oración tiene diferente significado para los diversos grupos de fe y creencias. Recientemente, “las prácticas de oración reflexiva/contemplativa/centrada” se están volviendo frecuentes en algunos grupos cristianos.2 Los educadores adventistas deben examinar cuidadosamente estas nuevas tendencias e investigar sus orígenes y propósitos. Una evaluación cuidadosa puede descubrir ideas inconsistentes con las creencias adventistas.

Algunas personas oran a Dios en circunstancias difíciles y se olvidan de él hasta que necesitan de nuevo un poder que intervenga en sus vidas.3 Los maestros adventistas deben ser conscientes de que algunos nuevos estudiantes pueden no haber experimentado o escuchado una oración cristiana previamente. Es esencial que los alumnos que asisten a las escuelas cristianas tengan la oportunidad de aprender sobre la oración, su poder y su correcta aplicación en la vida cristiana.

Enseñar a los estudiantes sobre la oración cristiana y cómo orar, los introduce a una línea personal que los conecta con un Dios vivo y que escucha. Dios está tan cerca de nosotros que lo podemos alcanzar con una oración susurrada. La oración cristiana es una respuesta, no una obligación. Los cristianos no están obligados a orar, es una elección. Es una demostración de una relación viva y dinámica con Dios. La oración cristiana consiste en indagar cuál es la voluntad de Dios. No es una herramienta para ser egoísta. “El propósito de la oración no es conseguir lo que queremos de Dios. Eso sería magia. El propósito de la oración es que Dios pueda obtener lo que quiere de nosotros. Eso es fe”.4

La oración puede expresarse de diferentes formas (públicas o personales). Sin embargo, todas las oraciones dependen de una asociación entre el Espíritu Santo y un individuo. Los estudiantes maduran en su comprensión de la oración a medida que su fe se nutre.

En la Figura 1 se enumeran las preguntas más frecuentes sobre la oración, con algunas respuestas.

Experimentar a Dios a través del ritual de un tiempo de quietud personal

La mayoría de las tradiciones basadas en creencias y fe fomentan un tiempo de quietud personal para la reflexión espiritual y la meditación. En el siglo xxi, los educadores adventistas deben ser conscientes de los muchos programas de reflexión espiritual falsos que se promueven en algunas instituciones educativas. A menudo estos programas implican la repetición de palabras especiales o mantras (una idea tomada de las filosofías orientales) para ayudar a los estudiantes lograr relajar el cuerpo y vaciar la mente.7 Por consiguiente, se hace cada vez más necesario que los maestros adventistas informen a sus alumnos sobre los orígenes de métodos y prácticas de relajación orientales. Uno de estos métodos que promueven relajación es la meditación para dejar la mente en blanco. Esta práctica puede exponer a los estudiantes a fuerzas y poderes sobrenaturales que podrían causar daño y crear confusión.

En contraste con la meditación para vaciar la mente, con el objetivo de buscar en su interior la paz y la renovación espiritual, la práctica de meditación cristiana se ocupa de llenar conscientemente la mente con las Escrituras y así conectar con Dios. Es durante esos momentos de quietud cuando el cuerpo está sereno, las distracciones externas están ausentes, y la mente está alerta a oír la voz de Dios que habla a través de su Palabra. El desarrollo de un tiempo de quietud y devoción personal es la forma en que los estudiantes pueden experimentar a Dios diariamente a lo largo de sus vidas.8 Las siguientes sugerencias ofrecen estrategias que pueden fomentar un compromiso personal constructivo para un tiempo de quietud:

A partir de los 2 o 3 años, los estudiantes pueden ver libros de historias de la Biblia o jugar tranquilamente durante unos cinco minutos.

A los niños de 3 a 5 años se les da cinco minutos para escuchar una historia bíblica en audio usando audífonos, plastilina, juguetes silenciosos o que vean libros de historias bíblicas. También pueden ojear una Biblia en una versión para jóvenes o niños.

En la escuela, los niños de 6 a 9 años pueden tener un tiempo de quietud de cinco a 10 minutos donde pueden leer en silencio una porción de la Biblia y reaccionar. Algunos ejemplos de cómo pueden reaccionar  incluye: (a) crear algo para jugar con plastilina, (b) escribir un canto, (c) hacer un dibujo, (d) escribir una oración, (e) armar un rompecabezas bíblico o (f) escribir un poema.

Se puede motivar a los adolescentes de 10 a 17 años que adopten hábitos personales, reflexivos y de estudio de la Biblia utilizando ejemplos que se exponen a continuación (Figura 2). La actividad, una técnica sencilla de llevar un diario adaptada de My Quiet Time,9 se puede ajustar a cualquier grupo de edad y ayudará a los estudiantes a establecer su devoción personal. Los únicos requisitos son el acceso a la Biblia y la capacidad de leer de forma independiente. Se les da a los estudiantes uno o más pasajes específicos relacionados con las lecciones de las Escrituras para esa semana. Se les motiva a seguir la guía de clase y completar la actividad en casa. Varias veces a la semana se anima a los pequeños grupos a compartir en una atmósfera de afirmación. A medida que la fe del estudiante madura, se pueden implementar métodos y programas más sofisticados.

Experimentar a Dios a través del ritual del estudio de la Biblia

Dios habla a través de su Palabra, la Biblia para guiar, instruir, condenar y dar la victoria en la vida de cada persona. Hay muchos y variados métodos de estudio de la Biblia que pueden ayudar a los cristianos a acrecentar su fe, pero no hay un método único que sea el mejor para estudiar la Biblia. Diferentes enfoques atraerán a diferentes personas.10

Los educadores adventistas experimentados en sus técnicas y métodos de estudio personal de la Biblia pueden compartir su pasión y experiencia con sus estudiantes. El diario de reflexión de Mi Quiet Time puede ser vinculado efectivamente con cualquier enfoque de estudio bíblico.11

Experimentar a Dios a través del ritual de la adoración

La vida de un cristiano es un testimonio real de que experimentar a Dios implica adorarlo en todo lo que la persona hace y dice a lo largo de cada día. Reynolds señala que la adoración proporciona una visión de quiénes son los cristianos y por qué existen.12 Por medio de la gracia de Dios, se desencadena el poder de convertirse en mejores personas. La adoración para el cristiano no se relega a cierta hora o a ocasiones especiales. Sin embargo, la historia ha demostrado que para mantener y ayudar a esta conexión diaria y vital de experimentar a Dios, los cristianos necesitan adoptar varias formas estructuradas de adoración. La siguiente lista incluye algunas de estas formas que se pueden usar en el hogar, en la escuela y en la iglesia.

En el hogar:

Adoración privada, que implica momentos de devoción personal diaria dedicada al estudio de la Biblia y a la oración.

El culto familiar, que convoca a todos miembros de la familia a una misma hora diariamente, para leer la Biblia, orar y cantar himnos cristianos.

En la escuela:

El culto en el aula de clases, que implica un tiempo de devoción dirigido por el maestro de cada aula al comienzo del día escolar. Establece el tono del día ya que se invita al Espíritu de Dios a estar presente en el aula a través de la lectura de la Biblia, la oración y el canto. Cuando se les da a los estudiantes la oportunidad de preparar y dirigir este corto momento devocional, puede ser una valiosa experiencia de aprendizaje para ellos. Se les puede animar, individualmente y en grupo, a elegir el tema y la música, así como a orar.

El culto escolar, que implica que toda la escuela adore junta en un programa combinado una vez a la semana, es organizado principalmente por el capellán, el pastor, los maestros o los administradores de la escuela. Es una valiosa experiencia de aprendizaje para los estudiantes, si se les anima a participar en la música y la oración, y ocasionalmente a presentar la reflexión espiritual del día.

La semana de adoración especial, que involucra a toda la escuela o a grupos específicos de la escuela. Se elige una semana específica para promover un énfasis espiritual definido. Se lleva a cabo a la misma hora todos los días y puede incluir un tema determinado o un orador invitado.

En la iglesia:

 La adoración colectiva, que implica que la comunidad religiosa se reúna regularmente para rendir culto como comunidad. Queremos que nuestros estudiantes experimenten a Dios en la iglesia, puesto que la iglesia es el lugar donde la familia de Dios se reúne para compartir y adorar juntos.

Experimentar a Dios a través del ritual del descanso del sábado

Para los adventistas, el ritual del “descanso del séptimo día o del sábado” nos recuerda que Dios creó nuestro mundo en seis días. En el séptimo día, creó un día de descanso sagrado para sus hijos, un tiempo de celebración especial alejado de las rutinas y agendas diarias (Génesis 2:2, 3). Planeó un día a la semana, 24 horas, para que los seres humanos celebraran la participación de Dios en sus vidas, recargaran sus baterías espirituales reestablecieran su dependencia de él e interactuaran con su familia cristiana.

Para estudiante y maestros de los internados adventistas, la observancia del ritual de descanso del sábado (Hebreos 4:9) tiene los siguientes beneficios: Les proporciona 24 horas de “descanso escolar” sin culpa; los libera para poder pasar tiempo de adoración y de comunidad; les ofrece el tiempo y el espacio para disfrutar del otro libro de Dios, la naturaleza; les brinda la oportunidad de comenzar la nueva semana escolar espiritualmente renovados y académicamente descansados; demuestra que en seis días pueden lograr lo que la mayoría de la gente logra en siete días; y les recuerda que pertenecen a una extensa familia mundial de creyentes.  

Experimentar a Dios a través del ritual del bautismo

El ritual del bautismo, como lo demuestra Mateo 28:19, se observa en toda la cristiandad. En el adventismo, el ritual del bautismo por inmersión celebra a la persona aceptando a Jesús como su Salvador personal. “El bautismo no significa que ya no se necesite un salvador, sino que se reconoce que se tiene uno”.13 Este ritual público y compartido con la familia y los amigos es un recordatorio de que la familia de iglesia es responsable del apoyo, la guía, y la educación del candidato a medida que desarrolla una fe madura.14

Juan bautizó a Jesús en el río Jordán cuando era adulto (Mateo 3:1-17; Lucas 3:21). Los adventistas consideran más ventajoso que los estudiantes esperen hasta una edad suficiente para entender el significado del ritual del bautismo para así experimentarlo. Una decisión consciente de aceptar a Jesús como su salvador personal no es específica de la edad sino esencial al considerar participar en el ritual del bautismo. Independientemente de la edad del estudiante, cada petición de bautismo debe ser tratada con sensibilidad y genuinidad.

Algunos jóvenes eligen graduarse de las escuelas adventistas sin ser bautizados. Sin embargo, es interesante reflexionar cuántos de estos estudiantes podrían haberse bautizado si un adulto influyente se lo hubiera sugerido. Tanto antes como después del bautismo, los estudiantes necesitan un mentor que les ayude a madurar en su fe cristiana. Las escuelas e iglesias adventistas están bien situadas para proporcionar esta guía, pero tiene que ser intencional, relevante y apropiada; y los mentores tienen que ser examinados y elegidos con cuidado.

Experimentar a Dios a través del ritual del matrimonio

Para algunas personas que viven en el siglo xxi, el ritual de matrimonio se considera anticuado e innecesario. Los medios de comunicación contemporáneos trivializan y menosprecian la institución del matrimonio. Este ritual fue creado por Dios para que un hombre y una mujer (Génesis 2:23, 24) vivan en una relación monógama. Lamentablemente, esta ya no es la norma esperada, incluso en algunos círculos cristianos.

Los adventistas a menudo eligen casarse en las iglesias porque quieren que Dios bendiga su hogar y su familia, y creen que la familia es la base de la comunidad cristiana, por lo tanto, ven el ritual del matrimonio como un aspecto importante de su sistema de creencias. Los educadores adventistas pueden ayudar a los estudiantes a comprender que Dios considera tan importante el ritual del matrimonio, que lo ha usado como ilustración para explicar su relación con la familia de creyentes, la iglesia (Apocalipsis 19:7, 9).

Experimentar a Dios a través del ritual del servicio de comunión

El ritual del servicio de comunión puede ser comparado con una comida especial. No es como una merienda en la iglesia, sino una comida especial que Jesús comió con sus discípulos justo antes de morir. Como seguidores de Jesús, seguimos comiendo este alimento especial para recordar y celebrar su amor y sacrificio por nosotros15 mientras miramos hacia la esperanza de su pronto regreso (1 Corintios 11:23-29). Recuerda a los cristianos que, en Cristo, sus vidas son puras y sus pecados ya no existen. Un aspecto importante del ritual de comunión adventista es el rito de humildad que nos recuerda que todos somos iguales ante los ojos de Dios y que necesitamos servir a los demás con amor, como lo hizo Jesús. Los educadores adventistas quieren que sus estudiantes sean capaces de entender las implicaciones de este ritual en su vida diaria.

Reflexiones finales

Crecer en Cristo y experimentar a Dios se realza cuando los estudiantes participan activamente en los rituales cristianos. A medida que los estudiantes maduran, cuestionan las creencias previamente aceptadas al asumir una mayor responsabilidad por su propia fe, y se debe acoger este cuestionamiento como una oportunidad de aprendizaje. Experimentar a Dios a través de los rituales cristianos puede tener un impacto transformador en la vida de niños y jóvenes a medida que crecen en sus relaciones con los demás. Los maestros cristianos tienen el privilegio de presentar, modelar y educar a los estudiantes a través de un estilo de vida cristiano.

Este artículo ha pasado por la revisión de pares.

Barbara J. Fisher

Barbara J. Fisher, MA, es profesora jubilada de la Escuela de Educación de la Universidad de Avondale, en Cooranbong, New South Wales, Australia, donde realizó investigación y enseñó alfabetización y educación religiosa (estudios curriculares) por 30 años. Ha enseñado en Nueva Zelanda y Australia y estudió y enseñó en EE. UU. La maestra Fisher ha dictado conferencias sobre la educación religiosa en seminarios para maestros en Australia, México, Ucrania, Nigeria y el Pacífico Sur. Es una apasionada de la educación religiosa y actualmente es miembro de la Junta Consultiva Internacional de la nueva revista arbitrada International Journal of Faith Integration [Revista internacional de la integración de la fe]. Su libro Developing a Faith-based Education: A Teacher’s Manual [Título en español, Niños con fe] (Terrigal, N.S.W., Australia: David Barlow Publishing, 2010), ha sido traducido al español y al ruso.

Citación recomendada:

Barbara J. Fisher, “Experiencias y rituales apropiados para cada edad que ayudan a los estudiantes a tener un encuentro con Dios, Parte II” Revista de Educación Adventista 82:2 (2020).

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Timothy R. Jennings, The God-Shaped Brain. How Changing Your View of God Transforms Your Life (Downers Grove, Ill.: InterVarsity Press, 2013), 115.
  2. Véasehttp://www.loyolapress.com/praying-the-ignatian-wa...  para más información sobre prácticas de oración reflexiva y http://www.contemplativeoutreach.org/faq/centering-prayer; Check out Chapter 2: “Do You Even Need God When You Pray?” of How God Changes Your Brain: Breakthrough Findings From a Leading Neuroscientist (New York: Ballantine Books, 2009), páginas 22 a 40 por Andrew Newberg y Mark Waldman.
  3. Stephen Chavez, “The Prayer of Last Resort,” The Journal of Adventist Education 71:2 (diciembre 2008/enero 2009): 18-21: http://circle.adventist.org/files/jae/en/jae200871021804.pdf.
  4. Alan Reynolds, Reading the Bible for the Love of God (Grand Rapids, Mich.: Brazos Press, 2003), 93.
  5. 1 Tesalonisenses 5:17. A menos que se indique lo contrario, todos los pasajes de la Biblia son tomados de la Nueva Versión Internacional (NVI). Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Bíblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Bíblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
  6. El himno, “Trust His Heart,” escrito por Eddie Carswell y Babbie Mason, expresa este sentimiento por medio de la música. Véase https://www.youtube.com/watch?v=vh65wLVbaww.
  7. Véase http://www.innerhealthstudio.com/spiritual-meditat para más información sobre la meditación no cristiana.
  8. Véase el capítulo 3 en Barbara J. Fisher’s Developing a Faith-based Education: A Teachers’ Manual, para una discusión más amplia sobre el aprendizaje en la soledad. Véase https://dbpublishing.net.au/dbporders.html.
  9. Child Evangelism Fellowship, Children’s Resource Bible. New King James Version, 1, 159.
  10. Véase Habenicht y Burton. Teaching the Faith: An Essential Guide for Building Faith-shaped Kids, páginas 29 y 30.
  11. Para un ejemplo del enfoque de estudio bíblico inductivo, véase: Volcano Adventure Team, My Volcano Adventure: Discovering the Bible’s Power (Fort Collins, CO: Through the Bible Publishers, 2004), 52.
  12. Reynolds, Reading the Bible for the Love of God, 101.
  13. Seth J. Pierce, What We Believe: Seventh-day Adventists Believe for Teens (Nampa, Idaho: Pacific Press, 2007), 95.
  14. Para una investigación actual sobre antes y después del bautismo, véase http://www.adventistarchives.org/summit-on-nurture-and-retention.
  15. Para más ideas sobre el servicio de comunión para niños, véase https://children.adventistchurch.com/wp-content/uploads/sites/14/2017/03/Communion-Just-for-Kids.pdf