El cristianismo consiste en experimentar una relación personal con Dios y la salvación envuelve esta experiencia. Después de la decisión inicial de aceptar la salvación que Jesucristo ofrece, los cristianos renuevan ese compromiso a diario, madurando su comprensión del amor y la gracia de Dios. Experimentar la salvación es un proceso que implica un aprendizaje diario y continuo, y una comunicación con Dios.

La salvación es un regalo de Dios para todos, sin importar la edad, pero la manera en que los estudiantes experimentan la salvación es generalmente acorde a su edad. Habenicht y Burton describen la salvación como un proceso de maduración que implica dos aspectos importantes: la cognición y una fe nutrida.1 Las investigaciones del Grupo Barna indican que la mayoría de las personas que aceptan la salvación lo hacen antes de los 13 años (véase la Figura 1).

Barna escribió que la “ventana principal de oportunidad para alcanzar efectivamente a las personas con las buenas nuevas de la muerte y la resurrección de Jesús es durante los años de la preadolescencia. Es durante esos años que la gente desarrolla un marco de referencia para el resto de sus vidas, especialmente teológica y moralmente”.3 ¡Qué pensamiento tan solemne y desafiante para los educadores cristianos!

Los maestros adventistas reconocen que el estudiante de primer grado puede tener una experiencia de conversión apropiada para su edad que sea tan real y convincente como la experiencia de conversión de un preadolescente. Pero, debido a las diferencias cronológicas y de maduración entre los niños de primer grado y los preadolescentes, cada experiencia de conversión será diferente, idiosincrásica y apropiada a la edad de cada uno de ellos. Los maestros adventistas necesitan validar los encuentros espirituales de los alumnos de primer grado ya que estas experiencias formativas pueden convertirse en el fundamento que puede tranquilizar y dar dirección a la jornada espiritual de un adolescente. Es interesante que algunos preadolescentes comentan que su madurez espiritual se remonta a las primeras experiencias de afirmación de fe.

Un llamado al altar, como parte de las reuniones de Semana de Oración, o un programa similar de la escuela, puede actuar como un catalizador para: (a) incentivar a los alumnos a considerar su respuesta al amor infalible de Dios; o (b) brindarle la oportunidad a los estudiantes de expresar públicamente que su vida ahora está comprometida con Dios. Es comprensible que cualquier grupo de estudiantes responderá a un llamado al altar en diversas formas y por diferentes razones personales. Con frecuencia, las experiencias de vida que un estudiante haya tenido con un individuo cristiano (p. ej. los padres, el pastor, un maestro, un amigo, etc.) en el pasado tendrán una influencia positiva o negativa en el concepto que el estudiante tenga sobre el carácter de Dios o el significado de la salvación cristiana y la experiencia de conversión.

Los siguientes cuatro escenarios ilustran por qué algunos estudiantes deciden responder a un llamado público:

  1. Los estudiantes que quieren complacer a un adulto responden a la influencia del adulto en vez de a una convicción cristiana;4
  2. Los estudiantes que están capturados y atrapados en el estado de ánimo del evento responden sin haber tomado una decisión consciente de seguir a Cristo;5
  3. Los estudiantes que temen y están aterrorizados por las consecuencias espirituales eternas si no responden a un llamado, se sienten obligados a responder;
  4. Los estudiantes que están bajo la convicción divina, desean y responden de manera genuina a un llamado para entregar su vida y su corazón a Cristo.

Después de un programa donde se hace un llamado, puede ser aconsejable que los maestros adventistas tomen el tiempo de discutir y tratar el significado y las implicaciones de una experiencia de conversión personal. No todos los estudiantes del grupo tendrán un trasfondo cristiano y esta experiencia, a menudo impulsada por las emociones, puede ser un territorio inexplorado para los estudiantes que no pertenecen a la iglesia. Por lo tanto, podrá ser necesario que el profesor explique, informe y clarifique algunos temas con los alumnos. Es crucial que los alumnos y maestros reconozcan la diferencia entre: (a) responder al llamado; y (2) responder al amor de Dios después de un llamado. A veces se pueden confundir estos dos conceptos en la emoción de la experiencia como se demuestra en los cuatro escenarios anteriores.

Otro tema que necesita atención en el aula de clases cristiana es la comprensión de las diferencias conceptuales entre los términos conocer a Dios y conocer acerca de Dios. Conocer acerca de Dios (conocimiento mental) a menudo indica que una persona tiene conocimiento sobre Dios, sobre la Biblia, etcétera, pero no tiene una relación con Dios, mientras que el término conocer a Dios (conocimiento del corazón) generalmente indica que una persona tiene una relación personal de corazón con Dios que se extiende más allá de un conocimiento superficial. Este último término describe un compromiso activo mientras que el primero implica un conocimiento pasivo.6 El objetivo de los maestros es que cada estudiante tenga una experiencia personal con Dios cada día (conocimiento de corazón) en lugar de tener un conocimiento mental de Dios.

Factores que influyen en la preparación de un estudiante para la salvación

El concepto y la comprensión de la salvación de un niño pueden verse influenciados, ya sea de forma positiva o negativa, por los factores enumerados en la Figura 2. Los maestros adventistas necesitan ser conscientes del impacto que pueden tener estos factores en la preparación de un niño para la salvación.

Guiar a los estudiantes a entender y aceptar la salvación

A diferencia de cualquier otra fe y sistema de creencias, no hay ningún paso a seguir para que el Dios del cristianismo nos acepte. Los cristianos piensan “que Dios ya ha completado los pasos y que simplemente nos llama a recibirlo en la fe”.9 La salvación implica aceptar lo que Jesús ya ha hecho por nosotros.

Los niños desarrollan una comprensión de la salvación basada en el nivel de su desarrollo cognitivo. Para ayudar a los alumnos a comprender el concepto abstracto de la salvación, la Biblia de recursos para ministerio infantil [título original, Children’s Ministry Resource Bible] proporciona muchas ideas prácticas específicas apropiadas para cada edad, como las siguientes:10

  1. El libro sin palabras [título original, The Wordless Book], que usa hojas de colores para simbolizar la historia de la salvación, presenta la historia de El Gran Conflicto en forma abreviada.11
  2. La mano de la salvación [título original, The Salvation Hand]. Cada dedo de la mano tiene una declaración específica y un versículo de la Biblia que describe el mensaje de salvación.12

Si un alumno pregunta, “¿Cómo puedo ser salvo?” Calkins sugiere que cada maestro puede usar esta simple explicación:

  1. Jesús nos ama tal como somos. Nada puedes hacer para que Él nos ame más o menos de lo que ya nos ama.
  2. El mal se llama pecado, y todos hemos pecado. Todos necesitamos a Jesús porque nadie es lo suficientemente bueno para el cielo sin su ayuda.
  3. Jesús es el hijo de Dios sin pecado. Él murió por nuestros pecados. El único camino al cielo es creer en él.
  4. Oramos y le pedimos a Jesús que perdone nuestros pecados, admitiendo que necesitamos su ayuda. No podemos hacerlo por nuestra propia cuenta. Si elegimos aceptarlo en nuestra vida, él puede crear en nosotros nuevos pensamientos y acciones.
  5. Si aceptamos a Jesús en nuestra vida, nos convertiremos en sus hijos adoptivos, hijos del rey. Ahora pertenecemos a su reino en la tierra y tenemos un lugar reservado en su reino celestial.13

Ayudar a los estudiantes a entender la salvación y luego testificar que han reconocido y aceptado a Jesús como su salvador personal, es un punto culminante en la carrera de todo educador cristiano.

Barreras en obtener una experiencia con Dios

Las atracciones de los medios sociales y temas socioculturales bombardean continuamente a los jóvenes y a los adultos cristianos. La unidad familiar está siendo atacada, las autolesiones están en aumento y el abuso de sustancias tiene proporciones epidémicas. Todos estos temas pueden convertirse en barreras para que los niños tengan una experiencia con Dios a nivel personal. Sin embargo, los maestros adventistas están en la posición única de estar dispuestos a ayudar a los alumnos a enfrentar estas barreras, si ellos mismos han experimentado la gracia y el amor de Dios de forma personal. A medida que los profesores modelan el significado de un fuerte compromiso y participación en una visión y un estilo de vida cristianos, los estudiantes bajo su responsabilidad serán testigos y experimentarán el significado de un fuerte liderazgo espiritual.

Hay barreras significativas que frustran la capacidad de un estudiante de experimentar una relación personal con Dios, incluyendo las siguientes:

  1. La hipocresía de los adultos: Los jóvenes pueden detectar la hipocresía de los adultos de forma muy rápida. Según Habenicht y Burton, la hipocresía puede inocular a los estudiantes contra el cristianismo.14
  2. La falta de amor y confianza en la infancia: Las familias disfuncionales son incapaces de proporcionar amor, cuidado, educación y el sentido de seguridad que todo niño necesita. En dichas familias, los niños aprenden a no confiar o amar a otros, por lo tanto se les hace difícil confiar en Dios.15
  3. La paternidad permisiva: Algunos padres son permisivos y relajados mientras que otros son controladores y severos. Los primeros conceptos que desarrollan los niños sobre Dios provienen de la manera en que sus padres interactúan y tratan a los niños.
  4. Las imágenes distorsionadas de Dios: Los niños que aprenden a creer que Dios siempre contesta las oraciones, a veces desarrollan imágenes distorsionadas de Dios cuando sus oraciones no son respondidas de la manera que ellos anticipan. Los padres que presentan a Dios como un ser duro, dictatorial y vengativo muestran una visión distorsionada a sus hijos.16
  5. La ruptura de la familia: Cuando la familia de un niño está en crisis, puede que no entienda lo que está pasando y puede volverse agresivo o retraído. Estos niños aprenden a apagar sus emociones para proteger su sensibilidad interna y así poder sobrevivir. Dado que desarrollar una relación con Dios suele implicar emociones personales, los jóvenes que luchan con regular sus emociones o que tienen sus emociones fuera de control por circunstancias de la vida, pueden tener dificultad para hacer frente a sus emociones.17
  6. La presión social: La presión proveniente de los adultos para llegar a ser cristiano, puede producir un rechazo en los niños. Además, cuando los padres de un niño pertenecen a una fe diferente, esto puede causar que el niño se sienta dividido entre ambas religiones y presionado por uno de los padres a aceptar o rechazar la religión del otro.18
  7. La falta de pertenencia: El sentimiento de pertenencia ayuda a resolver el sentido de necesidad y propósito. En muchos casos, los estudiantes que entablan amistades con sus compañeros cristianos tienen un mayor sentido de pertenencia y una mejor autoestima. Los estudiantes que no tienen amigos cristianos a menudo abandonan su comunidad de fe porque sienten que no tienen nada en común con esa comunidad.19
  8. La influencia de los medios de comunicación: Estos medios a menudo se burlan de los cristianos y del cristianismo; los presentan como personas incompetentes, aburridas o ineptas. Los jóvenes tendrán que desarrollar resiliencia y conocimiento para contrarrestar estos estereotipos y poder vivir como cristianos en el siglo xxi.
  9. Una mala interpretación de la relación entre la fe y la razón: La fe y la razón no son ni opuestas ni mutuamente excluyentes. La historia demuestra que algunos de los grandes descubrimientos del mundo fueron hechos por científicos cristianos, por ejemplo, Louis Pasteur, Galileo Galilei e Isaac Newton. Qué triste que muchas personas en la sociedad moderna consideran la fe cristiana, la razón y la educación, como incompatibles. “Creer en Dios no es poner la mente en pausa, sino que es la mente y el corazón, y a veces el cuerpo, trabajando juntos para dar sentido a la propia vida”.20 Esto se debe a que los cristianos reconocen que la mente, el corazón y el cuerpo, juntos, juegan un papel significativo en el razonamiento, la cognición y el desarrollo de le fe.
  10. El abuso: Esta es una preocupación creciente en todo el mundo. Desafortunadamente, también sucede en el contexto cristiano, no solo entre los adultos y los niños, sino también entre compañeros. Abusar de la confianza de un niño es destruir la confianza que tiene el niño en Dios. Dios no tiene paciencia con las personas que dañan a un niño. Dice en Lucas 17:2, “Sería mejor que se arrojara al mar con una piedra de molino alrededor del cuello que hacer que uno de estos pequeños caiga en pecado” (NTV).21 Los maestros y las escuelas cristianas tienen la responsabilidad de crear espacios seguros para niños y jóvenes al establecer políticas que prevengan y aborden el abuso.

Conducir a un estudiante a comprender y aceptar la salvación es una responsabilidad y un privilegio. También requiere que los maestros conozcan y sean sensibles sobre este delicado proceso. Los maestros adventistas deberían proporcionar tantas oportunidades como les sea posible para que los alumnos tengan una experiencia con Dios. Algunos estudiantes aceptarán con entusiasmo cualquier oportunidad de tener una experiencia y una conexión con Dios; algunos decidirán rechazar las oportunidades dadas; mientras que otros necesitarán ayuda para superar las barreras que obstruyen su participación en esta experiencia.

Los maestros necesitan saber, entender y experimentar la salvación por sí mismos antes de que puedan explicarla y demostrarla de forma auténtica a los estudiantes. Es responsabilidad de los maestros adventistas sembrar la semilla del amor y la gracia de Dios. El Espíritu Santo será quien riegue y nutra su crecimiento, y Dios asegurará la cosecha.

Tener una experiencia con Dios por medio de la música

La música juega un papel vital para alcanzar y tocar el corazón con la verdad espiritual. Sin embargo, la música puede motivar para bien o para mal ya que toca las emociones y puede hacer que una persona sea más susceptible a las sugerencias que motivan o denigran los pensamientos y las intenciones divinas. Los estudiantes necesitan que se les enseñe cómo escoger música que honre a Dios y que no corrompa su mente, su corazón o sus manos. Cuando la vida se vuelve difícil y los estudiantes luchan por darle sentido, los cantos de fe memorizados animan, inspiran y motivan de manera positiva. La música puede ser un vehículo para conectar o reconectar a una persona con Dios.

Tener una experiencia con Dios a través de las respuestas a nuestras preguntas

A medida que los estudiantes maduran y pasan de una comprensión cognitiva concreta y literal a un enfoque más abstracto del pensamiento, algunos de ellos cuestionarán ciertos aspectos de su fe. Las oraciones no respondidas, el rol de los ángeles y los desafíos de gestión en momentos difíciles son algunos de los temas que más se plantean.22 Los estudiantes necesitan desarrollar su fe y hacerla personal y una de las formas de facilitar este apropiamiento es por medio de preguntas. Los maestros deben ser sensibles y proporcionar apoyo a los estudiantes a medida que descubren y desarrollan, o rechazan, aspectos de una fe personal.

Un aspecto importante del desarrollo de la fe en los estudiantes es la comprensión de su rol en el gran conflicto. Todos sienten las consecuencias del maligno ya que crea tantos estragos como le es posible, y motiva a las personas a que piensen que Dios es el culpable. En relación con el diablo, Habenicht y Burton señalan que “el pueblo de Dios no es inmune a sus ataques”.23 Sin embargo, cuando suceden cosas desafortunadas en la vida, los estudiantes necesitan entender que Dios no es el problema; de hecho, Él puede ser la solución al problema.24 Si Dios interviniera cada vez que ocurriera algo negativo, entonces mucha gente seguiría a Dios por motivos equivocados. Si los estudiantes aprenden a confiar en Dios cuando las cosas son difíciles, descubrirán que él es digno de confianza. Confiar en Dios no cambia las circunstancias, pero sí cambia la actitud de los estudiantes y la forma en que se enfrentan a los problemas. Cuando los estudiantes están sufriendo, los maestros pueden tranquilizarlos al decirles, “Jesús está a tu lado. Te llevará en sus brazos. Te ama y también está llorando”.25

Pensamientos finales

Crecer en Cristo y tener una experiencia con Dios se realza a través de experiencias apropiadas. A medida que los estudiantes maduran, cuestionarán creencias previamente aceptadas al asumir una mayor responsabilidad de su propia fe, y este cuestionamiento se debe tomar como una oportunidad de aprendizaje. El tener una experiencia con Dios puede verse interrumpida o retrasada por barreras que los niños experimentan en su relación con los demás. Los maestros cristianos tienen el privilegio de poder ayudar a destruir esas barreras en el aula de clases por medio del modelo que proporcionan a sus alumnos y un estilo de vida cristiano.


Este artículo ha pasado por la revisión de pares. 

Barbara J. Fisher

Barbara J. Fisher, MA, es profesora jubilada de la Escuela de Educación de la Universidad de Avondale, en Cooranbong, New South Wales, Australia, donde realizó investigación y enseñó alfabetización y educación religiosa (estudios curriculares) por 30 años. Ha enseñado en Nueva Zelanda y Australia y estudió y enseñó en EE. UU. La maestra Fisher ha dictado conferencias sobre la educación religiosa en seminarios para maestros en Australia, México, Ucrania, Nigeria y el Pacífico Sur. Es una apasionada de la educación religiosa y actualmente es miembro de la Junta Consultiva Internacional de la nueva revista arbitrada International Journal of Faith Integration [Revista internacional de la integración de la fe]. Su libro Developing a Faith-based Education: A Teacher’s Manual [Título en español, Niños con fe] (Terrigal, N.S.W., Australia: David Barlow Publishing, 2010), ha sido traducido al español y al ruso.

Citación recomendada:

Barbara J. Fisher, “Experiencias y rituales apropiados para cada edad que ayudan a los estudiantes a tener un encuentro con Dios,” Revista de Educación Adventista 82:1.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Donna Habenicht y Larry Burton, Teaching the Faith: An Essential Guide for Building Faith-shaped Kids (Hagerstown, Md.: Review and Herald, 2004), 323-338.
  2. Este estudio fue realizado en Estados Unidos. Para más información, véase el Grupo Barna, “Evangelism Is Most Effective Among Kids,” The Barna Update October 11, 2004, para. 2, actualizado 2009: https://www.barna.com/research/evangelism-is-most-... 
  3. Ibid., para. 17.
  4. Ronnie Lamont, Understanding Children Understanding God (London: Society for Promoting Christian Knowledge, 2007), 8.
  5. Ibid.
  6. Ibid., 84.
  7. Habenicht y Burton, Teaching the Faith: An Essential Guide for Building Faith-shaped Kids, 328-331.
  8. Ibid., 329.
  9. Véase S. Michael Houdmann, “What are the Steps to Salvation?” (9 de enero de 2020): http://www.gotquestions.org/steps-to-salvation.htm... 
  10. Child Evangelism Fellowship, Children’s Resource Bible. New King James Version (Nashville, Tenn.: Thomas Nelson Publishers, 1993).
  11. Ibid., xxvi.
  12. Ibid., 923.
  13. Ann Calkins, ed., Children’s Ministries: Ideas and Techniques That Work (Lincoln, Neb.: Advent Source, 1997), 38-40.
  14. Habenicht y Burton, Teaching the Faith: An Essential Guide for Building Faith-shaped Kids, 462.
  15. Ibid., 459.
  16. Ibid., 461.
  17. Ibid., 463.
  18. Ibid., 464.
  19. Ibid., 467.
  20. Iris Yob, Keys to Teaching Children About God (Hauppauge, N.Y.: Barron’s Educational Series, Inc., 1996), 106.
  21. Lucas 17:2. La Santa Biblia, Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Todos los derechos reservados.
  22. Véase la sección de oración que aparece en este artículo.
  23. Habenicht y Burton, Teaching the Faith: An Essential Guide for Building Faith-shaped Kids, 379.
  24. Ibid., 378.
  25. Ibid., 379.