Mejores Prácticas en el Trabajo | Craig Mattson

La preparación para ser miembro de la junta escolar local

¡Felicitaciones! Usted acaba de aceptar la invitación de ser miembro de la junta escolar local. Nuestras escuelas son sagradas y consagradas a Dios. Cada institución es un vínculo importante en una red global dedicada a educar niños para Cristo. Una nueva designación o elección a la junta escolar es un llamado al servicio y, por lo tanto, requiere de preparación para la tarea. Aunque se podría decir mucho de lo que implica ser un nuevo miembro de la junta, analizaré cinco puntos de mejores prácticas que me ayudaron al comenzar mi período en las juntas escolares

1. Infórmese sobre la institución

El primer paso para servir en la junta es suscribirse a todas las comunicaciones y boletines de la institución y solicitar ediciones anteriores de esos documentos (debería ser suficiente con unos tres a cinco años de esos materiales). Los nuevos miembros de la junta deberían invertir el tiempo necesario para leer números anteriores y actuales de los boletines y publicaciones escolares, y familiarizarse con los ritmos de la institución y la naturaleza de las operaciones de ella. También deberían repasar las actas pasadas de la junta y los balances financieros, educándose sobre los asuntos por los cuales la escuela ha pasado, y las estructuras que gobiernan sus operaciones.

En segundo lugar, los nuevos miembros de la junta deberían obtener una capacitación adecuada. La mayoría de las escuelas o sedes de las asociaciones de la iglesia ofrecen algún tipo de orientación para la junta escolar. Si no se ofrece orientación alguna, aún se pueden conseguir abundantes recursos que pueden utilizar para capacitarse. En 2017, el Departamento de Educación de la División Norteamericana publicó un Manual para Juntas Escolares de Instituciones Adventistas.1 Esta publicación ofrece una visión general de las operaciones de la junta escolar que todo nuevo miembro de una junta escolar encontrará beneficioso. El manual cubre cuestiones relacionadas con la organización y función de la junta escolar, las sesiones de la junta y cómo ser miembro efectivo de ella, el trabajo de las subcomisiones, las finanzas, el currículum y la enseñanza institucional, como así también una amplia gama de otros temas claves. Otro recurso al que puede acceder un nuevo miembro de una junta escolar es la Comunidad Adventista de Aprendizaje (ALC),2 que mantiene un archivo de videos y cursos de capacitación, y que incluye una serie que se enfoca específicamente en la capacitación y la orientación de la junta. En este video de ALC de una hora de duración, Larry Blackmer, ex vicepresidente de educación de la División Norteamericana, analiza las características que llevan a la junta escolar a términos de servicio de éxito. Estos dos recursos ofrecen una orientación distintivamente adventista, que ayudará a que los miembros nuevos de la junta comprendan mejor el llamado al servicio.

2. Comprenda tanto el gobierno como las operaciones

¿En qué tipo de junta se lo ha llamado a servir? El trabajo de la junta puede ser muy diferente, dependiendo del tamaño de la institución y el enfoque que adopte la junta escolar con respecto a la administración escolar y las operaciones. Muchas juntas escolares operan como una junta directiva, interesadas mayormente en cuestiones amplias de gestión tales como la salvaguardar la filosofía misional de la institución y trabajar en el desarrollo de la visión institucional. Esta obra centrada en la organización suele encontrarse en instituciones más grandes que cuentan con sólidos equipos administrativos que gestionan las operaciones diarias de la institución. Las preguntas de gestión suelen ser conectadas con la filosofía, el propósito y la planificación estratégica de la institución. Ejemplos de preguntas de gestión pueden incluir: ¿Debería comenzar la escuela un nuevo programa académico? ¿Se siente cómoda la junta al alquilar las instalaciones a grupos no adventistas? ¿Debería la institución pensar en adquirir o vender tierras? O, ¿debería ser cambiado el manual para responder a una nueva preocupación o tendencia? Estas preguntas de nivel de gestión pueden afectar dramáticamente la cultura institucional según cómo sean tratadas por la junta. Es útil que los nuevos miembros conozcan la historia y la gama de temas que ha navegado la junta. Es allí donde la revisión de las actas pasadas de junta se convierte en un ejercicio útil.

La designación a una junta escolar es un llamado a servir a la institución. En el mundo del liderazgo de las organizaciones sin fines de lucro, es una regla de la industria que los miembros de junta contribuyan con su tiempo, pericia y dinero a la organización.

Aunque todas las juntas escolares deberían tratar las cuestiones más grandes de gestión institucional, algunas juntas dedican mucho tiempo a enfocarse en las operaciones escolares. Las escuelas más pequeñas que no emplean un administrador de tiempo completo a menudo dependen de los miembros de sus juntas escolares para que los ayuden con algunas tareas administrativas pesadas. Las juntas escolares que pasan mucho tiempo en las operaciones podrían enfrentar preguntas tales como cómo reparar los equipos rotos en la cancha de juegos, cómo se organizará el programa de Navidad, cuándo programar un día de trabajo en el jardín para toda la institución, o cómo gestionar el evento de preinscripción de la escuela. Una junta escolar que asume esas tareas operativas puede ser de gran ayuda a un director que también cumpla con una carga de docencia completa. Sin embargo, una junta que invierte mucho en las tareas operativas no tiene que descuidar los asuntos más grandes de administración. Es fundamental que cada junta escolar actúe en forma deliberada para programar tiempo para discusiones sobre gestiones administrativas. Una revisión de los boletines y publicaciones de la institución puede ayudar a los nuevos miembros que se familiaricen con las operaciones generales de la institución.

La administración del tiempo posee una relación directa con las discusiones sobre las gestiones y operaciones escolares. Las sesiones de la junta tendrán una duración y una frecuencia variada. Por ejemplo, piense en una junta que se reúne un promedio de dos horas por mes durante diez meses. Esta junta escolar solo tiene veinte horas de tiempo de gobierno por año escolar. Ver el tiempo de la junta desde esta perspectiva destaca la necesidad de optimizar las discusiones y mantener a los miembros de la junta enfocados en cuestiones relevantes e importante. Las juntas escolares altamente efectivas usan el tiempo con sabiduría y encuentran el equilibrio entre la gestión y las operaciones que resulte adecuado para la institución. Como nuevo miembro de la junta, es apropiado que usted cuestione el valor y el peso del tiempo que se le otorgue a los puntos de agenda.

3. Sea un miembro generoso

La designación a una junta escolar es un llamado a servir a la institución. En el mundo del liderazgo de las organizaciones sin fines de lucro, es una regla de la industria que los miembros de junta contribuyan con su tiempo, pericia y dinero a la organización.3 Esta expectativa se ve reforzada en los Servicios Filantrópicos para las Instituciones que tiene la Iglesia Adventista en la División Norteamericana, en su Modelo para la filantropía en los colegios.4 Esta organización ofrece subvenciones sobre la base del cumplimiento con los criterios establecidos, lo que incluye compromisos financieros por parte de todos los miembros. Las designaciones a la junta deberían estar acompañadas por un compromiso financiero con la institución. Ese compromiso no debería ser visto como una carga, sino como una extensión del servicio y una bendición tanto para el miembro de la junta como para la institución educativa. Esto hace que el miembro invierta su alma en la tarea: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”5 El monto dado es de menor importancia que la contribución sistemática que el miembro de la junta brinda a la institución.

Además de un compromiso financiero, los miembros de la junta también deberían comprometerse a ser servidores públicos y defensores vocales de la institución. Colaborar como voluntarios, aunque sea una hora o dos por mes, puede marcar una gran diferencia para los docentes, administradores, estudiantes y padres a los que sirve un miembro de junta. No solo se apreciará su colaboración como voluntarios, sino que también dará al nuevo miembro de junta una perspectiva mucho más íntima de la institución, llevando a discusiones mejor informadas y a decisiones más sabias. Los nuevos miembros de la junta deberían ser creativos al pensar en su tarea como voluntarios y no solo mirar qué necesita la institución para operar.

Los miembros de la junta pueden ser una bendición de diversas maneras para todos los entes involucrados con la institución. Deberían pensar en patrocinar un almuerzo con el personal, organizar un evento para mostrar aprecio por los padres, ofrecerse como voluntarios para operar un puesto de promoción de la institución en un evento o feria comunitaria, ofrecerse para leer con un estudiante, ayudar a un docente para corregir o supervisar, o iniciar un esfuerzo específico de oración. Un compromiso que todos los nuevos miembros de una junta escolar deberían hacer es el de estar presentes en todos los eventos organizados por la institución.

Los miembros de la junta también deberían comprometerse con ser defensores vocales de las instituciones a las que sirven. Esto significa ser un defensor intencional y una voz pública positiva de la institución. Un miembro de junta que no puede hablar bien de la institución a la que sirve debería renunciar: “Si usted no puede ser un promotor del campus y de su trabajo, no puede ser un buen miembro de junta, y debería invertir su tiempo en un lugar o proyecto al que pueda apoyar”.6

4. Practique la responsabilidad personal

El compromiso de servir en una junta escolar tiene que verse acompañado por una vida consagrada y un compromiso serio de tener una conducta ética. Hay numerosas maneras de abusar del poder si el miembro de junta no es meticuloso en su función. La mayoría de las juntas escolares pedirán a los miembros nuevos que firmen declaraciones relacionadas con la confidencialidad y el conflicto de intereses, con la intención de mantener en privado las discusiones de la junta. Este compromiso con la privacidad permite un trabajo honesto que es fundamental para una gestión de éxito. Las juntas escolares altamente funcionales invariablemente tendrán desacuerdos y vigorosas discusiones antes de crear un consenso. Esto es parte de las operaciones saludables de las juntas. Sin embargo, la conducta ética fuera de la junta es tan fundamental como la participación dentro de ella. En lo que respecta a las responsabilidades de un miembro de junta, no hay tal cosa como un diálogo casual. Aunque los desacuerdos forman parte del proceso de gobierno, las juntas escolares altamente efectivas emergerán unidas bajo un mismo consenso y decisiones. Las conversaciones y la conducta personales de cada miembro deben reflejar ese consenso.

Es muy importante enfatizar una conducta apropiada en los miembros de la junta fuera del salón de reunión. La junta de la escuela local posee una amplia autoridad. A pesar de ello, esta autoridad es una autoridad delegada y existe tan solo cuando la junta ha entrado en sesión. En otras palabras, la autoridad existe dentro del cuerpo de la junta y no se encuentra en un miembro determinado. Esta observación debería influir apropiadamente la conducta del miembro tanto dentro como fuera de la comisión. Los miembros de la junta tienen que evitar conductas tales como filtrar información delicada, mostrar desacuerdos públicos con las acciones votadas por la junta, ejercer influencia de gestión sobre los docentes o administradores de la institución, y usar su posición de miembro de la junta para obtener un beneficio personal o beneficiar a familiares o amigos. Un llamado a servir en la junta de la institución local es también un llamado a la integridad personal.

5. Conocer qué pasa al final del período en la junta

Los períodos de servicio de las juntas no duran para siempre. Siempre llega el día en que la tarea llega a su fin, y el miembro de la junta tendrá la oportunidad de mirar hacia atrás y analizar su trabajo. La satisfacción se encontrará en un trabajo bien hecho. Cuando los miembros de la junta reflexionen sobre su labor, deberían hallar satisfacción en el hecho de que fueron buenos mayordomos de los recursos financieros encomendados a la junta, y que también defendieron de manera intencional y activa a la institución tanto en la iglesia como en lugares específicos de la comunidad. Un término de servicio exitoso habrá apoyado las necesidades materiales de la institución además de las necesidades emocionales, sociales y espirituales de sus docentes. Por último, un período exitoso en la junta incluirá una voz que contribuyó claramente a modelar una visión institucional apasionante, guiando a la institución hacia un futuro más sólido. En las escuelas adventistas, hay una satisfacción eterna en un trabajo que lleve a los niños y jóvenes a relaciones de amor con Jesucristo. Un llamado a servir en la junta no es nada menos que un llamado a participar en uno de los ministerios más antiguos, más difíciles y más gratificantes de la iglesia. Usted ha sido llamado a servir, entonces, ¡arremanguese y póngase a trabajar!


Este artículo ha sido sometido a la revisión de pares.

Craig Mattson

Craig Mattson, MAT, es vicepresidente de educación de la Asociación de Washington de la Iglesia Adventista en Federal Way, Washington, Estados Unidos. Antes de su designación, fue director de la Escuela Cristiana del Noroeste en Puyallup, Washington, Estados Unidos, y rector del Colegio Secundario Adventista de Tulsa en Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos. Mattson obtuvo una Maestría en Docencia de la Universidad Andrews en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos, y un título de grado en Ciencias del Comportamiento del Colegio Terciario Newbold en Bracknell, Inglaterra. Mattson ha sido presidente de junta de la Federación de Escuelas Independientes del Estado de Washington y de la Junta de Educación de la Unión Asociación del Norte del Pacífico. También ha formado parte de muchos equipos de acreditación escolar.

Citación recomendada:

Craig Mattson, “La preparación para ser miembro de la junta escolar local,” Revista de Educación Adventista Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2019.81.1.9.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. NAD Education Leaders Handbook Series: http://adventisteducation.org/resources/administration/handbooks_manuals. Direct link is: https://nad-bigtincan.s3-us-west-2.amazonaws.com/leadership%20resources/administration/handbooks%20%26%20manuals/SchoolBoard_Manual.pdf.
  2. Comunidad Adventista de Aprendizaje (Adventist Learning Community): https://www.adventistlearningcommunity.com/.
  3. Jim Lanier, Grant Callery y Peter N. Smits, “Cultivating a Culture of Philanthropy: How Boards Can Make a Difference”, Trusteeship Magazine 22:4 (Julio/Agosto 2014): https://agb.org/trusteeship-article/cultivating-a-culture-of-philanthropy-how-boards-can-make-a-difference/.
  4. Philanthropic Services for Institutions: Model for Academy Philanthropy: http://philanthropicservice.com/programs/model-for-academy-philanthropy/ 
  5. Mateo 6:21, Nueva Versión Internacional (NVI). Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.® Usado con permiso de Bíblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.
  6. Anonymous, “Memorandum”, The Journal of Adventist Education 70:5 (Verano 2008): 13: http://circle.adventist.org/files/jae/en/jae200870051303.pdf.