Dragoslava Santrac

No te olvides de recordar

En su libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, el neurólogo Oliver Sacks cuenta sobre pacientes atrapados en el desconcertante mundo de los trastornos neurológicos. Sacks describe al sujeto humano como alguien “que lucha por preservar su identidad en circunstancias adversas”.1 La pérdida de la memoria es una de las circunstancias más adversas que un humano puede enfrentar. Sacks señala que junto con la pérdida de los recuerdos, sus pacientes pierden una gran parte de su identidad y significado en la vida, como el Dr. P que ya no podía distinguir los rostros. El Dr. P veía los rostros de las personas, incluso los de familiares y amigos, como rompecabezas abstractos.

“No se relacionaba con ellas, no contemplaba. Ningún rostro le era familiar, no lo veía como correspondiendo a una persona, lo identificaba sólo como una serie de elementos, como un objeto. Así pues, había gnosis formal pero ni rastro de gnosis personal. Y junto a esto estaba su indiferencia o ceguera, a la expresión.”2

Las razones médicas no son la única causa de la pérdida de memoria. La aparente indiferencia hacia el aprendizaje y la inhabilidad de algunos estudiantes de recordar lo que estudian en la escuela generalmente están asociadas a causas que los maestros pueden controlar. Según las observaciones de Sacks, no se puede formar una memoria duradera si (1) el tema de estudio es como un objeto abstracto y cada pieza del rompecabezas parece no estar relacionado con las demás piezas y la idea general; (2) uno no puede relacionarse con el contenido del currículo; y (3) solo hay una instrucción formal y no hay una comprensión personal.

Los principios que subyacen a las numerosas apelaciones a acordarse de los actos de liberación Divina en el pasado registrados en las Escrituras ya parecen haber tomado en cuenta los problemas reflejados en estos tres puntos. Los llamados bíblicos a recordar no solo enfatizan la importancia de acordarse sino también consideran algunas estrategias que pueden ayudar a la gente a recordar eficazmente.

“Acuérdate de los tiempos antiguos”

“Acuérdate de los tiempos antiguos, considera los años de muchas generaciones; pregunta a tu padre, y él te lo contará; a tus ancianos, y ellos te lo dirán” (Deuteronomio 32:7; RVR1995).3 La memoria es crucial para la vida en las Escrituras. Para los antiguos israelitas, el acordarse permitía tener continuidad con el pasado que era esencial para su existencia ya que su identidad estaba anclada en los milagros de Dios en favor de ellos en el pasado (Deuteronomio 5:15; 8:2).4 Sin su memoria histórica, los antiguos israelitas habrían dejado de existir como el pueblo escogido por Dios con la misión en particular de preservar y proclamar la revelación de Dios al mundo (Éxodo 19:3-6). Recordar también formó su presente porque acordarse, en las Escrituras, implica más que un proceso cognitivo o de la memoria; siempre conlleva a la acción.5 Dios recuerda a su pueblo al permanecer fiel a sus promesas del pacto. Los israelitas recordaban a Dios al contar sus maravillas a través de la historia y al enseñar a las generaciones futuras a observar sus mandamientos.6 Recordar correctamente el pasado evitaría que la gente repita los errores pasados (Salmos 78:1-8). Una memoria pervertida fue causa de apostasía (p. ej. Números 11:5-10). Finalmente, la memoria ofrecía esperanza y una visión del futuro. Dios le dijo a los israelitas que no tuvieran temor de los desafíos del futuro sino que recordaran bien cómo el Señor los guió en el pasado (Deuteronomio 7:18). Al hablar del futuro, los profetas a menudo empleaban el lenguaje del pasado, lo que implicaba que la palabra de Dios no cambia ni tampoco su fidelidad hacia su pueblo (p. ej. Génesis 2:9 y Ezequiel 47:12 en Apocalipsis 22:2).

“Considera los años de muchas generaciones”

Para recordar los tiempos antiguos, la gente debía “considerar los años de muchas generaciones” (Deuteronomio 32:7). El verbo hebreo bin (“considerar”) se refiere al “conocimiento que es superior a la mera recopilación de datos” y representa saber cómo utilizar el conocimiento que uno posee.7 Recordar su historia tenía una relación práctica para la vida del antiguo Israel; les permitía distinguir entre el bien y el mal y hacer justicia. También les ayudaba a fortalecer su confianza en Dios.8

La frase “muchas generaciones” indica que el individuo es parte de una comunidad histórica de fe y apunta al aprendizaje y a la memoria colectiva. La religión bíblica es esencialmente una religión de compañerismo y comunidad con el pueblo. Esto no significa que el individuo en Israel asumió un significado secundario. De hecho, los individuos desarrollaban su máximo potencial en una relación cercana con la comunidad, tanto en el pasado (al recordar y continuar en su fe) como en el presente (al compartir la experiencia presente común del liderazgo de Dios).9 “Muchas generaciones” también implica que las personas deben considerar los propósitos de Dios a medida que se van desarrollando gradualmente en la historia y no solo como fragmentos dispares para capturar el panorama general de cómo Dios trata a la humanidad, de los cuales forman parte integral. Por lo tanto, las consultas de Israel no son hechas en el vacío, sino que se basan en revelaciones pasadas (Salmos 80:8-11).10

Pregunta a las generaciones pasadas

Para que las personas recuerden correctamente los tiempos antiguos deben consultar sobre los eventos que ocurrieron, no solo con fuentes que existen en el presente sino también con generaciones pasadas. La libertad de preguntar es una condición para el crecimiento espiritual y académico y, a menudo, es descriptiva de la relación entre Dios y sus hijos.11 En Deuteronomio 32:7 la responsabilidad recae tanto en el alumno como en el instructor: el alumno pregunta, el instructor inspira interés y confianza. La frase “Él te lo contará” (vs. 7) en hebreo también significa “Él lo pondrá de manifiesto ante ti”, como al dar una solución (Jueces 14:12) o al proveer evidencia (Esdras 2:59).12 La sabiduría para el futuro a menudo se encuentra en las evidencias del pasado (Jeremías 6:16).

Medita en las obras de Dios

Salmos 143:5 relaciona el acordarse con “meditar”. La meditación implica un pensar profundamente (Proverbios 15:28); continúa día y noche, implica que el tema de estudio debe ser el foco de continua atención (Josué 1:8; Salmos 1:2). Para captar la atención de las personas, la revelación de Dios se transmite a través de diferentes medios (p. ej. la naturaleza, los seres humanos, la conciencia, las Escrituras y la encarnación de Jesús). En las Escrituras, se captura predominantemente en forma narrativa (p. ej. relatos históricos, parábolas). Las investigaciones han mostrado que la mayoría de las personas entienden y recuerdan mejor las ideas cuando se presentan en historias.13

Acordarse al participar

En Deuteronomio 16:3, el acordarse está ligado a comer pan sin levadura y, por lo tanto, se refuerza al compartir físicamente la experiencia de generaciones pasadas e involucrar todos los sentidos, no solo la mente. Acordarse no es solo un pensamiento ocasional, sino una atención deliberada y la decisión de actuar de acuerdo con lo que se recuerda. Todas las generaciones de israelitas debían conmemorar la Pascua como si hubiesen estado presentes cuando Moisés sacó a Israel de Egipto (Deuteronomio 16:3). Los estudios demuestran que las personas aprenden de manera más eficiente cuando se involucran múltiples sentidos, incluyendo la vista, el oído, el olfato y el gusto.14 En el Nuevo Testamento, participar de la Cena del Señor fortalecía la memoria de la muerte expiatoria de Jesús en la cruz y de la expectativa de su segunda venida, reuniendo así los actos de liberación de Dios en el pasado, el presente y el futuro (1 Corintios 11:26).

Nunca olvides los eventos del pasado

Un juramento de nunca olvidar Jerusalén es uno de los temas centrales de la tradición judía, el cual se preserva en la liturgia: por ejemplo, romper un vaso de cristal al concluir una ceremonia de bodas coloca el recuerdo de la destrucción de Jerusalén sobre el gozo más grande que uno pueda experimentar.15 El compromiso de recordar a Sión es tan grande que abandonar a Sión se asocia con el deterioro del bienestar físico (Salmos 137:5). “Acordándonos” (vs. 1), una determinación apasionada de mantener viva la esperanza en la restauración de Sión. El salmista no permitiría que ni siquiera una terrible angustia le causara olvidar la forma en que Dios los había guiado en el pasado y así abandonase su mayor consuelo y esperanza (Salmos 77:10). Cuando el pueblo de Dios olvida los grandes actos de Dios en el pasado también pierde su identidad y su propósito, lo cual resulta en una pérdida espiritual y en apostasía.16

Responde al llamado de contar y recordar

La historia adventista está llena de historias de éxito, sacrificio, fracaso, temor, valentía, fidelidad, crisis, victoria, providencia y mucho más. Elena White describe de manera poderosa la influencia que tiene la historia en la vida del pueblo de Dios. Ella escribió, “Los anales de la historia sagrada fueron escritos, no simplemente para que los leamos y nos maravillemos, sino para que obre en nosotros la misma fe que obró en los antiguos siervos de Dios. El Señor obrará ahora de una manera menos notable siempre y cuando haya corazones llenos de fe para ser instrumentos de su poder”.17

Sin embargo, muchas historias permanecen sin ser contadas al público en general, y muchas más pueden ser olvidadas o se perderán en las generaciones futuras. Para prevenir esto, la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha iniciado un proyecto global de producir la primera versión en línea de la Enciclopedia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que contiene un aproximado de 10,000 artículos sobre la historia adventista con fotografías, multimedia y documentos originales. La Enciclopedia en línea, la primera obra de referencia en línea de la iglesia, tendrá su lanzamiento oficial en el Congreso de la Asociación General en 2020. Este sitio web gratuito continuará de manera indefinida, y se actualizará y ampliará constantemente utilizando los recursos de cientos de expertos y académicos adventistas en todo el mundo. La edición impresa de la Enciclopedia se publicará una vez que la mayoría de los artículos se publiquen en línea.

Los editores de la Enciclopedia invitan a profesores, investigadores, estudiantes y miembros expertos en un tema determinado para contribuir con artículos sobre temas que aún no han sido cubiertos por nuestro proceso editorial. Los maestros pueden asignar a sus estudiantes para escribir artículos cortos como actividad de clases. Cada artículo en la Enciclopedia contará como una publicación académica, y su(s) autor(es) recibirán reconocimiento completo.18

Los editores de la Enciclopedia son receptivos a considerar nuevas investigaciones y artículos no planificados.19 Piense en los misioneros, evangelistas, educadores, obreros médicos, predicadores y líderes de la iglesia del pasado que hayan contribuido al desarrollo de la Iglesia Adventista en tu territorio. Para comenzar la investigación, revise los archivos de la iglesia, obituarios, colecciones personales de cartas y diarios de misioneros, materiales audiovisuales y recopile datos históricos por medio de la tradición oral. Trabajemos juntos para recordar y contar la forma maravillosa cómo Dios nos ha guiado.

Dragoslava Santrac

Dragoslava Santrac, PhD, es Directora Editorial de la Enciclopedia Adventistas del Séptimo Día. La Dra. Santrac tiene un Doctorado en Antiguo Testamento (Universidad del Noroeste, Sudáfrica /Escuela de Teología de Greenwich, Reino Unido) y una Maestría en Idiomas Bíblicos y Antiguo Testamento (Universidad de Andrews, EE. UU.). Durante los últimos 15 años ha enseñado ciencias bíblicas en el Seminario Teológico de Belgrado (Serbia) y en la Universidad del Sur del Caribe (Trinidad), y actualmente se desempeña como Catedrática Adjunta de Religión en la Universidad Adventista de Washington (Takoma Park, Maryland, EE. UU.). También se ha desempeñado como editora en la Unión Europea del Sureste y en el Instituto de Investigación Bíblica. La Dra. Santrac ha escrito varios libros y artículos sobre teología del Antiguo Testamento, el libro de los Salmos y ciencias bíblicas.

Citación recomendada:

Dragoslava Santrac, “No te olvides de recordar,” Revista de Educación Adventista 48:1 (Octubre–Diciembre, 2018). Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2019.48.1.2.

 

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Oliver Sacks, El hombre que confundió a su mujer con un sombrero (Barcelona: Anagrama, 2008), 12.
  2. Ibid., 20.
  3. Todas las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina Valera 1995® (RVR1995). Copyright © 1995. Utilizado bajo permiso. Todos los derechos reservados.
  4. James Luther Mays, Psalms, Interpretation: A Bible Commentary for Teaching and Preaching (Louisville, Ky.: John Knox Press, 1994), 256. Algunos académicos hacen la distinción entre la historia real de Israel y la historia sagrada (la historia como se recuerda y se trasmite a través de las generaciones). Argumentan que la historia bíblica es la historia sagrada de Israel. Para una evaluación crítica de este punto de vista, véase, por ejemplo, Gerhard F. Hasel, Old Testament Theology: Basic Issues in the Current Debate, 4th ed. (Grand Rapids, Mich.: Eerdmans, 1996), 115-138, 196-201.
  5. Por ejemplo, la acusación contra los jueces de Israel en Salmos 82:5 de que no saben nada indica más que una simple falta de información; es una falta de integridad al tratar con otras personas (Tremper Longman III, How to Read the Psalms [Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 1988], 306).
  6. Génesis 8:1; Éxodo 2:24; Salmos 78:3-11.
  7. Louis Goldberg, “Bin, Understand, Consider, Perceive, Prudent, Regard,” en Theological Wordbook of the Old Testament, R. Laird Harris, Gleason L. Archer Jr., and Bruce K. Waltke, eds. (Chicago, Ill.: Moody Publishers,1980), 1:103.
  8. Salmos 78, 105, 106; Isaías 51:1-4.
  9. Salmos 42:4; 122:1-9; Hebreos 10:24, 25.
  10. Hans-Joachim Kraus, Theology of the Psalms (Minneapolis, Minn.: Fortress Press, 1992), 99.
  11. Números 14:11; Job 7:19-21; Salmos 88:14; 89:46-49; Jeremías 2:21; Habacuc 1:2, 3.
  12. Lenard J. Coppers, “Nagad, ‘Tell, Make Known,’” Theological Wordbook of the Old Testament, 2:549.
  13. Para más información sobre narraciones de historias véase https://www.opencolleges.edu.au/informed/features/30-storytelling-tips-for-educators/.
  14. John Hattie y Gregory Yates, Visible Learning and the Science of How We Learn (New York: Routledge, 2014), 115, 126-128, 176.
  15. Adele Berlin, Marc Zvi Brettler y Michael Fishbane, eds., The Jewish Study Bible: Featuring the Jewish Publication Society TANAKH Translation (Oxford, U.K.: Oxford University Press, 2004), 1435.
  16. Deuteronomio 8:19; Ezequiel 16:22; Salmos 106:13-21.
  17. Elena G. White, Profetas y Reyes (Mountain View, Calif.: Pacific Press Publishing Association, 1957), 129.
  18. Véase https://www.adventistarchives.org/encyclopedia para información más detallada sobre el proyecto de la Enciclopedia.
  19. Envíe sus sugerencias al correo electrónico [email protected].