Mejores Prácticas en el Trabajo | Prema Gaikwad

Mejorar el aprendizaje por medio de diarios electrónicos reflexivos

Escribir diarios es una estrategia instruccional importante y ampliamente utilizada que se ha vuelto cada vez más popular 1 tanto en las clases presenciales como en las clases en línea. Como actividad de reflexión, los diarios dan voz a los estudiantes para expresar sus puntos de vista en las experiencias de aprendizaje. También permite a los maestros recibir a tiempo comentarios, indicando la buena marcha y los aspectos a mejorar en el ambiente de aprendizaje. Escribir diarios es un proceso recíproco que involucra tanto a los estudiantes como al maestro: los estudiantes registran sus reflexiones y los maestros responden prontamente con comentarios escritos.

Escribir diarios no es un concepto nuevo. La herramienta típica para escribir diarios es una libreta o un diario donde los estudiantes pueden registrar sus experiencias personales. Su propósito generalmente es la autoevaluación y el progreso del registro en eventos de la vida diaria.2 Recientemente la técnica de escribir diarios ha cobrado popularidad en la educación superior 3 con múltiples propósitos, como mejorar el pensamiento crítico y concientizarse del proceso de aprendizaje.

Con el inicio del aprendizaje en línea, los diarios electrónicos han tomado el lugar de los diarios tradicionales en papel. Los maestros que utilizan la web (clases presenciales con apoyo en línea), o el aprendizaje mixto (una mezcla flexible de sesiones presenciales y en línea), consideran los diarios electrónicos como una opción conveniente. Por ejemplo, la escritura ilegible (tanto de las publicaciones de los estudiantes como de los comentarios del maestro) ya no es un problema gracias al medio electrónico. Hace más de cinco años pasé de los diarios en papel a los diarios electrónicos tanto en mis clases presenciales, como en mis cursos en línea. Este artículo proporciona consejos y sugerencias para mejorar los cursos en línea a nivel universitario por medio del uso efectivo de diarios electrónicos.

Reflexión y escritura de diarios

El ímpetu para escribir reflexivamente viene de Dios mismo, quien le dijo a Jeremías, “Escribe en un libro…” (30:2, NVI),4 lo cual resalta la importancia de registrar eventos y experiencias antes de que las olvidemos. Y a Moisés: “No te olvides de las cosas que tus ojos han visto ni se aparten de tu corazón” (Deuteronomio 4:9, RV95),5 Estos ejemplos nos dicen que escribir es una forma de recordar.

Mi propia experiencia con los diarios reflexivos comenzó cuando era estudiante de postgrado en la Universidad de Andrews (Berrien Springs, Michigan, EE. UU.) hace más de dos décadas. Uno de mis profesores nos pedía constantemente que escribiéramos diarios de aprendizaje en nuestras clases. Debíamos entregar el diario en una libreta al finalizar la clase, después de tomar suficiente tiempo para reflexionar sobre las experiencias de aprendizaje. Disfruté del aprendizaje reflexivo que tuvo lugar al escribir el diario porque fue una forma de comunicar lo que había aprendido. Los diarios reflexivos me permitieron evaluar las experiencias de aprendizaje y compartir mi opinión sobre estas con el instructor. Tal experiencia me convenció de incorporar esta herramienta de aprendizaje en mis propias clases como docente y se ha convertido en un atributo esencial en mis aulas de educación superior durante las últimas dos décadas y media.

Desde la publicación de la obra de John Dewey, Cómo pensamos, se le ha dado mucha atención a la auto-reflexión 6 Dewey destacó la importancia de la reflexión para fomentar el pensamiento y las habilidades procesales entre los estudiantes; enfatizó que la experiencia sola no es suficiente para aprender, sino que debe estar acompañada por la reflexión sobre esas experiencias vividas.

La reflexión se define como “una actividad humana importante en la que las personas reviven, analizan, meditan y evalúan su experiencia. Lo más importante en el aprendizaje es trabajar con la experiencia”.7 Tal reflexión incorpora una combinación de dimensiones mentales y afectivas en la experiencia humana. En formato de diario, esta reflexión provee una participación cognitiva que conecta las experiencias durante y después de las clases. Los indicadores comunes de la participación cognitiva, como lo establecieron los investigadores, incluyen “el uso, por parte de los estudiantes, de estrategias cognitivas básicas tales como la práctica, la elaboración, la organización y el pensamiento crítico y estrategias de autorregulación como la planeación, el monitoreo y la regulación”.8 También es importante abordar la dimensión afectiva del aprendizaje.

Las respuestas de los estudiantes al entorno de aprendizaje se observan más fácilmente en una clase presencial que en un curso en línea. Escribir diarios sirve como un vehículo conveniente para crear una mejor comprensión entre los estudiantes y el maestro. Sin embargo, es fundamental crear un clima de aprendizaje atractivo al inicio del curso para que los estudiantes y maestros reciban el mayor beneficio de los diarios.

Los diarios electrónicos como herramientas de aprendizaje

El propósito de la reflexión por medio de los diarios electrónicos es proporcionar a los estudiantes la oportunidad de: (a) conectar el conocimiento existente con la nueva información aprendida; (b) reaccionar en términos personales a la información aprendida; (c) profundizar el aprendizaje por medio de la participación cognitiva; (d) fortalecer la conectividad social entre el estudiante y el maestro; y (e) darle seguimiento a los objetivos de aprendizaje. La reflexión le permite al estudiante expresar las emociones y opiniones que impiden el aprendizaje, ya sea desde una perspectiva afectiva (sentimientos, opiniones, ideas) o cognitiva (aprendizaje previo). Los diarios electrónicos proporcionan un proceso estructurado para que los estudiantes expresen tales preocupaciones.

En el contexto del aprendizaje en línea, los diarios reflexivos tienen el potencial de aumentar la interacción maestro-alumno y de mantener esta comunicación a lo largo del curso. Las preocupaciones de los estudiantes pueden ser compartidas sin ser intimidados. Es de especial importancia el valor del “tiempo de espera” para las interacciones, pues la respuesta retardada permite mayor reflexión, en comparación con las respuestas inmediatas.

La mayoría de los diarios electrónicos son asincrónicos. Esto proporciona a los estudiantes y maestros la oportunidad de pensar antes de responder, lo que facilita un intercambio saludable y cómodo de ideas entre el estudiante y el maestro. Tanto en las clases presenciales como en línea, los diarios le permiten al maestro personalizar sus respuestas para cada estudiante mediante comentarios que mejoran la experiencia de aprendizaje.

Implementación y evaluación de los diarios electrónicos

Ya que los diarios electrónicos son un requisito en todas mis clases, al inicio de cada semestre los estudiantes reciben instrucciones sobre cómo completar esta actividad. Yo les comparto lo que se espera en términos de contenido, la frecuencia con que se deben entregar las publicaciones del diario electrónico y la rúbrica de evaluación (Véase la Tabla 1). La actividad de escribir un diario se explica con dos preguntas que los estudiantes deben responder: (a) ¿Qué ideas importantes y útiles he aprendido? y (b) ¿Qué me gustaría mejorar (ya sea en el desempeño personal del estudiante o en la forma que se imparte el curso)? Al final de cada unidad semanal, período de clases o como lo determine el instructor y se indique en el plan del curso, los estudiantes envían sus publicaciones por medio de la plataforma de aprendizaje.

Usando esta rúbrica, los estudiantes pueden responder sobre el impacto del contenido del curso (lecturas, clases, discusiones y actividades) en su aprendizaje. El diario electrónico constituye su respuesta personal a todos los elementos del curso, los cuales generalmente estimulan la participación cognitiva que continúa mucho después de haber completado las actividades del curso. Por medio de la rúbrica los estudiantes aprenden que el dar ejemplos específicos de cómo el contenido del curso ha impactado su aprendizaje (ya sea positivo o negativo) demuestra su alto nivel de habilidad. También tienen la oportunidad de compartir los efectos de experiencias de aprendizaje únicas y efectivas que fueron parte de la clase. Esta parte del diario es un componente valioso para el maestro a medida que los estudiantes comparten sus desafíos y preocupaciones. También se puede motivar a los alumnos a compartir sus preguntas sobre cualquier aspecto em la experiencia de aprendizaje.

Calendario de entrega

Ha sido mi costumbre solicitar las publicaciones de los diarios al final de cada unidad (ocho unidades en total) para cada clase en línea. Ya que los cursos en línea generalmente tienen un mapa del curso o rutinas semanales tales como leer, ver y escuchar las clases, responder foros y hacer actividades escritas, los diarios sirven como una actividad culminante de la semana (si la clase es semanal). En algunos cursos, solicito las publicaciones de los diarios antes de que inicie el siguiente período de clases, así que los grupos que tienen clases dos veces por semana entregarán dos publicaciones semanalmente. El plan del curso incluye las fechas de entrega de cada publicación del diario. Yo pido entre media página y una página completa (espacio sencillo) para cada publicación.

Proveer comentarios oportunos

Los desafíos con los diarios incluyen lo siguiente: (1) el tiempo requerido para leer y responder las publicaciones con comentarios escritos apropiadamente; (2) los estudiantes perciben los diarios como una carga que consume mucho tiempo; y (3) la sensación de exasperación por parte del maestro al tener que invertir mucho tiempo en lugar de la preparación de clases, especialmente con grupos grandes.

Por ejemplo, recientemente enseñé un curso de 41 estudiantes de postgrado, de modalidad mixta y con clases presenciales dos veces por semana. Leer y responder 82 publicaciones de diarios (dos veces a la semana) realmente era una tarea muy grande. Es por eso que me propongo responder lo antes posible, generalmente antes del siguiente periodo de clases o unidad semanal. En otras palabras, para las clases presenciales o mixtas, respondo a las publicaciones de los diarios antes del siguiente periodo de clases (dos veces por semana). Para las clases en línea, respondo antes de iniciar la siguiente unidad (semanal). Los instructores de clases en línea con muchos alumnos pueden asignar a estudiantes de postgrado como asistentes de profesores para ayudarlos a escribir los comentarios. La plataforma de aprendizaje Moodle provee un espacio conveniente para cada publicación del diario. La pronta respuesta por parte del maestro tiene beneficios obvios, como lo es que, los estudiantes reciban la aclaración a tiempo, saber que alguien escucha de forma activa su voz escrita y que responde con prontitud.

Saber que el instructor leerá y responderá es un incentivo muy importante para una mayor participación estudiantil. Williams et al. destacan que la participación de los estudiantes en línea aumenta con la participación del profesor. En este caso, la participación se identificó con las publicaciones en el foro en línea.9 Cuando los alumnos ven que el docente participa activamente en este, es más probable que ellos también participen. Para el docente, el saber que los estudiantes entienden o no los conceptos que se enseñan, es esencial para el éxito. Las publicaciones de los diarios electrónicos proporcionan este tipo de información y le permiten al docente tomar mejores decisiones sobre cómo proceder con la instrucción.

Confidencialidad

Se debe informar a los estudiantes cómo se utilizarán las publicaciones de sus diarios y el grado en el que se mantendrán confidenciales. Yo sigo la práctica de publicaciones donde, para cada unidad o día de clase, les proporciono cajas de entrada privadas. Le informo a los estudiantes que tanto yo (la instructora) como mis asistentes de postgrado leeremos las publicaciones. Esta práctica ayuda a asegurar un intercambio de contenido, reflexiones e ideas más abierto y personal. Si el contenido de estas publicaciones es utilizado como parte de la recopilación de datos para la evaluación del maestro o del programa, se debe informar a los alumnos, en el plan de curso, sobre esta posibilidad. Los maestros también deben informar a los estudiantes que las publicaciones sobre daños auto-infligidos o daños a otras personas no se mantendrán confidenciales, sino que serán reportados a las autoridades designadas que determine la institución, ya sea psicólogos, trabajadores sociales, policías o administradores. (Véase Elementos administrativos fundamentales para programas en línea” por Janine Lim, en la edición anterior de esta Revista)

Usar una plantilla de diarios electrónicos

Proporcionar una plantilla de diarios electrónicos puede ser útil para los alumnos. La plantilla identifica los elementos esenciales de la actividad, como la identidad del alumno, el nombre del curso (ya que varios cursos pueden causar confusión) y lo que debe incluir el texto. El bosquejo del diario también puede incluir preguntas y pautas para ayudar a los estudiantes a reflexionar sobre cómo pueden usar las ideas con sus propias clases en un futuro (si se usan en una clase de educación); cómo se relaciona el contenido con su conocimiento previo o, discutir sus dificultades en entender los conceptos enseñados y pedir ayuda. Yo utilizo diarios electrónicos como una manera de comunicarme con mis estudiantes y evaluar cómo avanza el curso. El Recuadro 1 contiene un ejemplo de la plantilla que utilizo en mis cursos.

Evaluar las publicaciones de los diarios

Cómo evaluar (o si evaluar o no) los diarios, ha sido una pregunta desconcertante. He seguido la recomendación de no evaluar la publicación de los. diarios.10 En su lugar, los alumnos reciben una nota por enviar la actividad. Generalmente les doy cuatro puntos por cada publicación si la clase en línea es una vez a la semana. Las publicaciones de las clases mixtas (dos veces a la semana) reciben dos puntos, con un total de cuatro por semana. Cada publicación es leída cuidadosamente y los comentarios son enviados a los alumnos. Se utiliza la rúbrica principalmente para evaluar que la actividad esté completa y que el contenido sea profundo, y no para indicar que se entregó la actividad. Ya sea que las publicaciones de los diarios se evalúen formalmente o no, varias pautas pueden ser útiles para los maestros. English (2001), English y Gille (2001), Kerka (2002) y Yuan y Kim (2014) ofrecen estas pautas útiles para los docentes11:

  1. Trate las publicaciones de cada estudiante con respeto. Esto incluye garantizar la confidencialidad al establecer límites claros. Si los estudiantes escriben algo perturbador o comparten su intención de hacerse daño o dañar a otros. Se debe reportar estas intenciones de acuerdo con las políticas de la escuela. Los programas en línea deben tener protocolos para cubrir las necesidades de estudiantes a distancia o en línea. Utilice los recursos profesionales disponibles en el campus, como psicólogos, trabajadores sociales y administradores para brindar ayuda al estudiante.
  2. Sea justo. Provea comentarios imparciales y sin prejuicios. Esfuércese en mantener este tono cuando responda a cada publicación, incluso a las hostiles.
  3. Enfóquese en el aprendizaje. El diario no pretende convertirse en una herramienta terapéutica, sino más bien en una de aprendizaje. Ayude a los estudiantes a ver esta diferencia al proporcionarles preguntas y pautas claras a las que deben responder y muéstreles cómo se utilizará la rúbrica para evaluar las publicaciones.
  4. Participe en la auto-reflexión. Practique el mismo nivel de concientización que se espera de los estudiantes, cuando responda a las publicaciones de los diarios electrónicos y cuando implemente las sugerencias para mejorar el curso.
  5. Proporcione expectativas y pautas claras para evitar malentendidos.

Prevenir y lidiar con el ciberacoso

En un entorno en línea siempre existe la posibilidad del ciberacoso, que se entiende como la comunicación hostil que puede ocurrir en la ausencia de comunicación presencial. El acoso psicológico en línea puede presentarse de varias formas y puede dirigirse no solamente a los compañeros de clase, sino también a los instructores en forma de amenazas, acecho y asedio (Véase el Recuadro 2).

Los instructores en línea pueden ser víctimas de ciberacoso si a uno o más alumnos no les gusta el estilo de enseñanza o si dudan de la capacidad del profesor. Dicho acoso también puede ocurrir si el instructor no tiene experiencia y no responde los mensajes de los estudiantes dentro de un tiempo razonable, o incluso si los alumnos consideran que el material del curso es excesivamente desafiante. El ciberacoso puede también ocurrir a causa de las notas recibidas, la selección del libro de texto y cualquier percepción del alumno con respecto al curso o políticas de la escuela. El ciberacoso también se puede convertir en violencia física en contra de la víctima.12 Los usuarios en línea pueden expresar su confusión o insatisfacción en distintas formas, como insultos, hostilidad verbal y otras respuestas indeseables en forma de amenazas, especialmente cuando se trata de un tema sensible o controversial. El ciberacoso en un curso en línea tiene menos incidencia cuando los estudiantes pueden usar los diarios electrónicos para compartir sus inquietudes de manera oportuna. La naturaleza confidencial de la experiencia de escribir diarios le permite al instructor responder directamente a las preocupaciones de los alumnos y aclarar cualquier malentendido.

Las satisfacciones y gratificación de los diarios electrónicos

Mi experiencia con los diarios reflexivos de los estudiantes en las clases mixtas y en los cursos en línea ha sido gratificante. Mi relación con los estudiantes ha mejorado debido a que los diarios les permiten expresar de forma confidencial sus reacciones al contenido del curso. Pueden compartir sus inquietudes personales o privadas y proponer soluciones. Por lo tanto, recibo comentarios inmediatos sobre funcionamiento y maneras de mejorarlo. También permite que los alumnos reciban mis comentarios rápidamente (no más de 48 horas).

Ya que la mayoría de mis estudiantes son del área de educación, ellos tienden a continuar con la experiencia de los diarios en sus propias clases. Sin embargo, la mejor recompensa para ellos como maestros principiantes, y para mí como su instructora supervisora, es saber que realmente está funcionando bien, tanto en la clase que ellos imparten como en mi clase. Por medio de estos comentarios reflexivos, tanto mis estudiantes como yo, tenemos la oportunidad de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje en nuestras clases.

A continuación, se presentan fragmentos de las publicaciones de mis estudiantes de postgrado en las clases de Modelos Instruccionales e Investigación:

  • “Me gustó la actividad de nuestro devocional en línea porque, aunque vivimos en un lugar increíble y podemos pasar mucho tiempo con el Creador, es posible olvidarlo y pasar mucho tiempo en nuestras actividades académicas; y eso es lo que se debe hacer, sin embargo, más importante en nuestra vida, debe ser nuestra relación con Dios”.
  • “La micro-clase que hice para este curso fue del Modelo Inductivo TABA (de Hilda Taba). Inicialmente quería presentar la estrategia AC (Adquisición del Concepto) porque es divertida y pienso que motiva a los estudiantes a participar. Sin embargo, pienso que para clases pequeñas, como fue la microclase de ese día, no se habría alcanzado el potencial completo de la estrategia AC”.
  • “Aprendí cuatro áreas de enseñar responsabilidad en esta unidad. Pienso que es similar a los cuatro componentes de una instrucción efectiva. También aprendí temas pedagógicos que son dignos de mi atención. Me interesa de manera especial estudiar las características de los estudiantes. Solo quiero profundizar en este tema”.
  • “Tengo una pregunta sobre mi proyecto de investigación en otra clase, ¿puedo mencionar algunas prácticas, métodos o estrategias que observé sus clases?”

En esta era de la tecnología, los maestros tienen la oportunidad de mejorar el aprendizaje de sus estudiantes por medio de los diarios electrónicos. Aunque las experiencias compartidas en este artículo están dentro del contexto de educación superior, las aplicaciones se pueden adaptar igualmente en otros niveles.


Este artículo ha pasado por la revisión de pares.

Prema Gaikwad

Prema Gaikwad, PhD, es profesora de Currículo e Instrucción en el Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados (AIIAS por sus siglas en inglés), en Silang, Cavite, Filipinas. También es directora de los programas de postgrado en Educación (PhD y EdS). La Dra. Gaikwad tiene más de 40 años de experiencia como educadora, ha impartido numerosos seminarios de desarrollo profesional y de investigación y ha presentado diferentes ponencias en conferencias internacionales. Sus intereses académicos incluyen las áreas de desarrollo profesional de educadores, educación inclusiva, aprendizaje en línea e investigación. Ha publicado varios artículos sobre educación e investigación, y también ha colaborado en la escritura de libros de textos y de historias bíblicas para la División del Sudeste Asiático.

Citación recomendada:

Prema Gaikwad, “Mejorar el aprendizaje por medio de diarios electrónicos reflexivos”, Revista de Educación Adventista N° 46 Disponible en https://www.journalofadventisteducation.org/es/2018.4.5.

NOTAS Y REFERENCIAS

  1. Center for Service Learning, “Reflection Journals” (2017): https://www.uta.edu/csl/for-students/reflection-journals.php  
  2. Jonnie J. Phipps, “E-Journaling: Achieving Interactive Education Online,” Educause Quarterly 1 (2005): 62-65: http://www.educause.edu/ir/library/pdf/EQM0519.pdf 
  3. Donald A. Schon, The Reflective Practitioner: How Professionals Think in Action (New York: Basic Books 1984).
  4. Jeremías 30:2, (NVI). La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI© 1986, 1999, 2015 de Biblica, Inc. ® Usada con autorización. Todos los derechos reservados.
  5. Deuteronomio 4:9. Reina-Valera 1995 (RV95), Copyright © 1995 de Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con autorización. Todos los derechos reservados.
  6. John Dewey, Cómo pensamos (Barcelona, España: Paidos, 1989).
  7. David Boud, Rosemary Keogh y David Walker, eds., Reflection: Turning Experience Into Learning (New York: Nichols, 1985).
  8. Sunghye Lee, “An Exploration of Learning Environmental Factors Affecting Student Cognitive Engagement: Implications for Instructional Design Research,” Educational Technology International 15:2 (2014): 143-170.
  9. Anthony Williams et al, “Una iniciativa para apoyar a los estudiantes de primer año y estudiantes en riesgo: El programa de mentoría virtual”. Publicado en el número anterior a esta edición.
  10. Stephen D. Brookfield, Becoming a Critically Reflective Teacher, 2nd ed. (San Francisco: Jossey-Bass, 2017).
  11. Leona M. English, “Ethical Concerns Relating to Journal Writing,” New Directions for Adult and Continuing Education 2001:90 (Summer 2001): 27-36; Leona M. English y Marie A. Gillen, “Journal Writing in Practice: From Vision to Reality,” New Directions for Adult and Continuing Education 2001:90 (Summer 2001): 87-94; Sandra Kerka, “Journal Writing as an Adult Learning Tool: Practice Application Brief No. 22,” ERIC Clearinghouse on Adult, Career, and Vocational Education (2002): https://files.eric.ed.gov/fulltext/ED470782.pdf; J. Yuan and C. Kim, “Guidelines for Facilitating the Development of Learning Communities in Online Courses,” Journal of Computer Assisted Learning 30:3 (June 2014): 220-232.
  12. Michael T. Eskey, Cathy L. Taylor y Michael T. Esky, Jr., “Cyber-Bullying in the Online Classroom: Instructor Perceptions of Aggressive Student Behavior,” Online Journal of Distance Learning Administration 17:4 (Winter 2014): https://www.westga.edu/~distance/ojdla/winter174/eskey_taylor_eskey174.html; see also Susan M. Taylor, “Cyberbullying Penetrates the Walls of the Traditional Classroom” The Journal of Adventist Education 73:2 (December 2010/January 2011): 37-41.